viernes, 20 de junio de 2014

Hoy, tema banderas

Una vez le pregunté a una alumna de un Cens (educación de adultos) que venía de un pueblito del interior qué le había llamado la atención al llegar a Buenos Aires. Esperaba una contestación que hiciera alusión a la cantidad de gente, al subte, las escaleras mecánicas; en fin: lo grande o lo moderno. Su respuesta fue desconcertante: le había asombrado la multitud de banderas.
Es cierto, en Buenos Aires es difícil caminar sin toparse con una. El problema es que ella estaba acostumbrada a saludar las únicas dos banderas de su pueblo cada vez que pasaba o por la plaza o por la escuela. Hábito que decidió no seguir en la gran ciudad por razones obvias.
Entre el día conmemorado hoy y el mundial bulle la enseña que Belgrano nos legó por todas partes. Y la televisión nos muestra que en Brasil tiene la misma idea gente venida de todos los rincones del globo. Y en España ondea la roja y amarilla para saludar al rey saliente y al entrante y han prohibido la tricolor republicana. El ejército custodia celosamente que no aparezca ningún aguafiestas con una de ellas por la ceremonia y mate a Juan Carlos de un susto.
Lo dicho, hay banderas por doquier. Pero me hacen reparar en la que lleva Letizia, la flamante reina de España. 
¡Epa! ¡Otra reina argentina! Con la celeste y blanca en el pecho. Véase, si no:












Calma. Son los colores de la orden de Carlos III Borbón, el papá de Fernando VII y antepasado de Felipe VI.
Banda de caballero de
la Orden de Carlos III

Y sí, si Belgrano no se inspiró en ellos lo hizo en el manto de la Virgen o mirando el cielo. 
Hay gente que todavía debate el tema. Tienen tiempo.

Deslindo responsabilidad si algún gallego usa el posteo para pensar que sigue en el Mundial. Asimismo agradezco una nueva observación sagaz de mi antropóloga de cabecera que me sugirió este análisis

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...