lunes, 20 de octubre de 2014

Los 20 de octubre

Hace cuatro años era asesinado en las calles de Barracas Mariano Ferreyra. 
La marcha en Barracas, vieja zona fabril de la capital
Estudiante y trabajador, militante del Partido Obrero que luchaba por la incorporación de los tercerizados del ferrocarril a la planta permanente. Lo mató un matón a sueldo de la burocracia sindical pero la mano del estado estuvo también presente. Sosteniendo a esa burocracia que según la presidente representa un modelo de organización sindical que cree que lo más importante no es destruir, sino conseguir cosas y mejoras para sus trabajadores.  Liberando mediante el accionar de la Policía Federal la zona para que la patota pudiera actuar.
Curiosa fecha. Ayer se cumplieron cien años de la muerte de Julio Argentino Roca y otro día como hoy, hace ciento trece años, durante su segundo gobierno, era asesinado por la policía Cosme Budislavich. El primer obrero caído por la represión del estado argentino.
Cosme Budislavich era, como tantos otros trabajadores en esa época, un inmigrante. Había venido de alguna zona del imperio austrohúngaro. Estaba en huelga en la empresa Refinería Argentina de
La Refinería de Tornquist, donde asesinaron a Budislavich
Azúcar, de Enrique Tornquist. Los motivos suenan conocidos:
doble jornal por un día feriado trabajado, reducción de la jornada de trabajo (se trabajaba más de 10 horas), y aumento de salarios. Para todo ello además habían resuelto conformar el Sindicato de Obreros de la Refinería.
La convocatoria a la huelga tuvo un redactor especial, el dramaturgo Florencio Sánchez, que escribió: 
"Y cuando crean aplastarnos por el hambre, acordemos que el pan y la libertad no se piden, se toman. 
¡Obreras y obreros! Para ayudar la huelga, los compañeros de La República vendrán en nuestro auxilio. ¡Soldados! Acordaos que sois hijos del pueblo, que tenéis un machete para castigar a los obreros en huelga, mañana, cuando  os echen de los cuarteles y tengáis que recurrir a las fábricas para ganar un miserable mendrugo, vuestros hijos vestirán el uniforme de esclavos y harán con vosotros lo que hoy hacéis con nosotros. Todos somos explotados y por consiguiente debemos unirnos para combatir el capital. ¡Viva la solidaridad obrera! ¡Viva la huelga!"

Plutarco, un romano de hace dos mil años, escribió biografías de personajes griegos y romanos comparadas de a dos. Llamó a su obra Vidas Paralelas.

Mariano Ferreyra y Cosme Budislavich, Cristina Fernández y Julio A. Roca. Las Vidas paralelas de nuestra época. 


lunes, 13 de octubre de 2014

Estilo tuiter 9

Para festejar el día del respeto a la diversidad cultural liberaron a tres wichi a los que les habían armado una causa. Hoy les arman otra

lunes, 6 de octubre de 2014

El último aventurero

Para aquéllos que tenemos entre cincuenta y sesenta años Thor Heyerdahl representa, casi con seguridad, el último aventurero.
En un siglo en el que la tecnología se ha convertido en una cuestión cotidiana y la gente usa un gps para ir a comprar las medialunas la idea de un grupo de siete personas navegando desde América a la Polinesia en una simple balsa de troncos para probar una teoría científica parece delirante.
Hace cien años nacía en Noruega Thor Heyerdahl. Sus veintipico de años coincidieron con la etapa de discusiones más fuertes sobre el origen del hombre americano. La tesis del origen asiático del mismo defendida por estudiosos norteamericanos [que de paso se garantizaban la antigüedad máxima de los americanos en sus tierras] era discutida desde la lingüística por antropólogos como Paul Rivet que señalaban un posible origen melanesio.
La hipótesis asiática planteaba un ingreso por el puente de Beringia, una zona entre Siberia y Alaska, hoy sumergida, que en épocas glaciares había permitido el paso de presas y predadores (entre ellos el hombre).
Pero la hipótesis de un contacto marítimo era mucho más difícil. La distancia a recorrer desde la Polinesia a Perú es de unos 7000 km.
En la década del ’40 Heyerdahl invirtió el planteo y señaló, frente a las evidencias de posibles contactos, que la Polinesia habría sido poblada desde América. Y para probarlo (o mejor dicho para probar que no era imposible) se dispuso a navegar esos 7000 km en una balsa construida según los materiales y la tecnología americana precolombina.
La Kon Tiki, en su museo noruego 
Una balsa de 12 por 5 metros, con siete personas atravesando el océano.
En 1947 partió del puerto del Callao y cien días después llegaba a la Polinesia.





No había probado el poblamiento polinésico, simplemente que hay menos cosas imposibles que las que imaginamos.
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