Escribí sobre banderas. Hoy me llega por mail otra. Hay
adolescentes con caras sonrientes. Acaban de pintar “su” bandera. Tenían que
reemplazar la anterior, gastada en movilizaciones y tomas varias.
Dije sonrientes. Me quedé corto. Se los nota muuuy contentos.
Y no es para menos. Tener una bandera es un gesto de identidad, hacerla uno
mismo lo refuerza. Y allí están ellos, consiguieron su tela, su pintura, su
lugar (la escuela), diseñaron y pintaron.
Y mientras escribo, tengo a mano una invitación. Es para una
función de teatro. Actúa en ella Salma, otra alumna, y ella me la dio. La
imagen de un tío Sam y un Che se superponen. Hay también una frase que puede
parecer gastada pero no necesariamente lo es: Nosotros somos el futuro.
Lucha, creación.
La potencia del ser humano, adolescente o
adulto.
Lo que nos permite transformar la naturaleza y transformarnos a
nosotros mismos.
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