miércoles, 24 de septiembre de 2008

El mundo en que vivimos








1.- Durante un año, los habitantes de un país, por ejemplo éste, concurrimos a nuestros trabajos y producimos bienes y servicios. Esto es lo que los economistas llaman el Prod
ucto Bruto Interno y da una medida (relativa) de la situación económica de un país.El PBI de Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador suma 624.000 millones de dólares
2.- Un banco quiebra en EE.UU. La preocupación cunde en el mundo, todos hablan de la crisis del 30, la pavorosa caída de Wall Street. La pérdida representa 639.000 millones de dólares
3.- En un día se evaporó el trabajo de un año (PBI) de los uruguayos, los argentinos, los paraguayos, los chilenos, los bolivianos, los peruanos y los ecuatorianos.4.- Este es el mundo en qué vivimos, y algunos piensan que los utópicos somos los que lo criticamos.

domingo, 21 de septiembre de 2008

¡Que vivan los estudiantes!

Ya pasaron casi cien años. Fue en 1910, en un Congreso Internacional en Montevideo que el presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina de la UBA, Carlos Daroqui propuso que se designara un día para la celebración de los estudiantes.
De esos estudiantes que años después protagonizarían la gran rebelión estudiantil, la Reforma Universitaria, a los de hoy, que siguen la tradición que tanto gustara a Violeta Parra:

Me gustan los estudiantes
¡Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!

¡Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!

Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!

Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!

Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!

Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!

Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!

jueves, 18 de septiembre de 2008






Nostalgias

Se enojó La Nación. El diario de los Mitre se chivó con lo de las becas, las tomas y los gritos en la legislatura. Para saber, cuando La Nación se enoja no grita ni hace marchas: escribe una editorial. En la que escribieron hoy no es que se jueguen por Macri ya que “el camino seguido por las autoridades para resolver la demanda puede merecer juicios diversos” pero “lo que no es admisible es el comportamiento de los estudiantes, relativamente poco numerosos, agitados ideológicamente por fracciones políticas de escasa o nula repercusión en el electorado (es decir, títeres que para colmo tienen titiriteros berretas) ... Se reiteraron así modos de acción directa que omiten etapas de diálogo y búsqueda de consenso y deciden por sí tanto la suspensión de clases como el ingreso de docentes o autoridades en el establecimiento escolar, lo cual implica una grave alteración del orden”. A ver si entienden, descarriaditos: ¡Orrden!
Y como si esto fuera poco, los padres. “No hay que olvidar que muchos de estos actos contaron con la presencia o el consentimiento de algunos padres, temerosos quizá de quedar como poco "modernos" ante sus hijos o nostálgicos de su rebeldía adolescente de los años 70”.
Y uno que estaba convencido que lo animaba una profunda convicción ¿Ahora resulta que sólo somos nostálgicos? Nostalgias de escuchar su risa loca y sentir junto a mi boca como un fuego su respiración. Esas eran Nostalgias, la que escribió Cadícamo. Angustia de sentirme abandonado y pensar que otro a su lado pronto... pronto le hablará de amor...
Ya vimos con que se angustió La Nación, ahora, ¿no tendrá también sus nostalgias?
“La crisis ha terminado. No hay sorpresa en la Nación ante la caída de un gobierno que ya estaba muerto mucho antes de su eliminación por la vía de un cambio como el que se ha operado. En lugar de aquella sorpresa hay una enorme expectación. Todos sabemos que se necesitan planes sólidos para facilitar la rehabilitación material y moral de una comunidad herida por demasiados fracasos y dominada por un escepticismo contaminante. Precisamente por la magnitud de la tarea a emprender, la primera condición es que se afiance en las fuerzas armadas la cohesión con la que han actuado hasta aquí. Hay un país que tiene valiosas reservas de confianza, pero también hay un terrorismo que acecha”
Nostalgias de otros momentos y otras editoriales. La que acabo de copiar es del 25 de marzo de 1976.

López



Jorge Julio López. Dos años de su segunda desaparición. López, Kosteki, Santillán, Fuentealba, presos políticos en todo el territorio, trabajadores y estudiantes judicializados por reclamar, más de 700 casos de gatillo fácil sólo desde el 2003, la sanción de la ley antiterrorista que da un “baño legal” a la represión.
Nombres y situaciones que nos recuerdan el abuso de lenguaje que consiste en llamar democracia a un régimen en el cual se vota con cierta regularidad.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Tarea para el hogar

Un triángulo de cuatro lados es una contradicción en sus términos de enunciación, o como lo preferiría un profesor de matemáticas, un conjunto vacío. Estudiantes aviesos sostienen que también lo es un profesor que no da “tarea para el hogar”. Deseoso de no contradecirlos, acá va la tarea del día:
Clarín del domingo, página 32, artículo de Felipe Pigna sobre la Noche de los Lápices, “muchos colegios del país tienen hoy placas conmemorativas de sus alumnos desaparecidos”.
Es una buena ocasión para mandar una carta de lectores, comentar que la EEM Nº 7 no sólo tiene una baldosa-homenaje en su vereda, sino que también lleva, orgullosa, el nombre de María Claudia Falcone. Reseñar brevemente la lucha por la imposición del nombre y la actual, el edificio, las becas… Pigna cita también que “la mayoría de ellos provenían de hogares de clase media, no tenían problemas en pagar el boleto de colectivo pero sabían que había muchos de sus compañeros que sí…había que conseguir el boleto estudiantil para todos”. Me parece que no hace falta que les diga qué se puede relacionar con esto.
Bien. La tarea está explicada, buscar el consejo de un profesor de periodismo no vendría mal, ser rápidos tampoco, la noticia es mañana y a lo sumo el miércoles.
¡A trabajar! ¿Nota? No, nota no hay, sólo concepto.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Valdés, otro que hace cuentas

Valdés se llama la península más famosa de la Argentina y un cafetalero colombiano protagonista de una propaganda de los ’70. También es un padre de un alumno del Normal 6 que no pidió beca pero que opina distinto del ministro Narodowski.
Publicó una carta en Clarín donde saca las siguientes cuentas: según el último censo hay en la capital 500.000 niños/jóvenes entre los 5 y los 18 años, es decir las edades de la educación obligatoria. Según estimaciones oficiales, el 20 % de la población es pobre. Es decir, de 500.000, 100.000. Si se dan 60.000 becas, ¡faltan 40.000!
No es el único cálculo: el gobierno de la ciudad reparte (es decir, considera correcto hacerlo) 67.000 planes sociales a familias carenciadas, a dos pibes por familia (número exiguo, suele ser mayor) se necesitarían 134.000 becas. El doble de lo actual.
Son cuentas sencillas para un ingeniero.

lunes, 1 de septiembre de 2008

La pausa en la tormenta


Los últimos días fueron movidos, nada hace pensar que los que vienen sean más tranquilos. ¿Porqué no hacer una pausa? En medio de la toma la profesora Adriana Tubaro me prestó un libro de un monstruo; perdón, de un ilustrador italiano: Tulio Pericoli. 170 páginas de excelentes dibujos. Me costó seleccionar uno, al final me quedé con Rimbaud. Un poeta a la altura del ilustrador. Fíjense si no:

Los carros de plata y cobre -
Las proas de acero y de plata -
Hieren la espuma -,
Agitan los tallos de las zarzas.
Las corrientes del páramo,
Y las huellas inmensas del reflujo,
Corren circularmente hacia el este,
Hacia los pilares del bosque,
Hacia los postes del muelle,
Cuyo ángulo castigan torbellinos de luz.
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