miércoles, 16 de julio de 2014

Etimológicas, alumnos de pasillo y las sonrisas

Tuve una vez un alumno de “pasillo”, él se identificaba así ya que nunca habíamos coincidido en un aula pero si charlado en los intervalos, léase recreos, reuniones, salidas, etc.
No dejaba de tener razón. Suele suceder. El otro día entraba yo a la escuela cuando desde el piso Lucía me llamó. Estaba desparramada junto con Valentina y desde allí abajo me dijo: -Viste, risa. Son-risas. ¡Qué loco! Las risas son risas-
Lo repitió un par de veces cosa de asegurarse de que la hubiera entendido mientras Valentina se reía intermitentemente y decía algo que no llegaba a completar. (Valentina habla así, su cerebro va a mucha más velocidad que su aparato fonador y por lo tanto no termina de decir algo que ya elaboró otro pensamiento que pugna por salir y expresarse).
Les dije que obviamente algo debían tener en común los dos vocablos (risa y sonrisa, reír y sonreír) y me comprometí a averiguarlo.
Llegué a casa y me puse a trabajar. Primero busqué (suponiendo que ese era su origen) la forma latina del verbo reír.
Los verbos latinos se enuncian (se nombran) con cinco formas, la primera singular del presente, la segunda, el infinitivo, el perfecto activo y el supino. Sí, son complicados: en vez de decir “el verbo amar” dicen “el verbo amo, amas, amar, amado y para amar”. Como verán el castellano no tiene forma supina sino que lo arma con una frase.
Risa viene del verbo rideo, reír. Como ya dijimos en enunciado completo sería: rideo (río), rides (ríes), ridere (reir), risi (reído) y risum (para reír). 
De esa forma en negrita viene la palabra risa que vendría a ser “lo reído”
¿Y sonrisa? La intuición de la alumna y mía era correcta. Algo tenía que ver sonreír con reír y sonrisa con risa.
Sonreir tiene su origen en subridere. Sub es un prefijo que indica abajo, lo usamos habitualmente (subterráneo, subordinar, etc). En este caso el prefijo sub “disminuye”, “acota”, la acción del verbo. Subridere, sonreir es reir apenas, no a carcajadas estentóreas sino con una leve flexión de la boca.
Cuando se lo conté a mis alumnos de 1ro Agustina no podía creer que lo hubiera buscado. Que hubiera convertido una duda en una acción. 
Pero es así como se aprende: escuchando a quienes nos hacen dudar e investigando para resolver la duda.

Gracias Lucía.   
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