Tuve una vez un alumno de “pasillo”, él se identificaba así ya que nunca
habíamos coincidido en un aula pero si charlado en los intervalos, léase
recreos, reuniones, salidas, etc.
No dejaba de tener razón. Suele suceder. El otro día entraba yo a la escuela cuando desde el piso Lucía me llamó. Estaba desparramada
junto con Valentina y desde allí abajo me dijo: -Viste, risa. Son-risas. ¡Qué
loco! Las risas son risas-.
Lo repitió un par de veces cosa de asegurarse de que
la hubiera entendido mientras Valentina se reía intermitentemente y decía algo
que no llegaba a completar. (Valentina habla así, su cerebro va a mucha más
velocidad que su aparato fonador y por lo tanto no termina de decir algo que ya
elaboró otro pensamiento que pugna por salir y expresarse).
Les dije que obviamente algo debían tener en común los dos vocablos
(risa y sonrisa, reír y sonreír) y me comprometí a averiguarlo.
Llegué a casa y me puse a trabajar. Primero busqué (suponiendo que ese
era su origen) la forma latina del verbo reír.
Los verbos latinos se enuncian (se nombran) con cinco formas, la
primera singular del presente, la segunda, el infinitivo, el perfecto activo y
el supino. Sí, son complicados: en vez de decir “el verbo amar” dicen “el verbo
amo, amas, amar, amado y para amar”. Como verán el castellano no tiene forma
supina sino que lo arma con una frase.
Risa viene del verbo rideo, reír. Como ya dijimos en enunciado completo
sería: rideo (río), rides (ríes), ridere (reir), risi (reído) y risum
(para reír).
De esa forma en negrita viene la palabra risa que vendría a ser “lo
reído”
¿Y sonrisa? La intuición de la alumna y mía era correcta. Algo tenía
que ver sonreír con reír y sonrisa con risa.
Sonreir tiene su origen en subridere. Sub es un prefijo que indica
abajo, lo usamos habitualmente (subterráneo, subordinar, etc). En este caso el
prefijo sub “disminuye”, “acota”, la acción del verbo. Subridere, sonreir es
reir apenas, no a carcajadas estentóreas sino con una leve flexión de la boca.
Cuando se lo conté a mis alumnos de 1ro Agustina no podía creer que lo
hubiera buscado. Que hubiera convertido una duda en una acción.
Pero es así
como se aprende: escuchando a quienes nos hacen dudar e investigando para
resolver la duda.
Gracias Lucía.