En el doodle de ayer un señor de barba trabajaba con un compás sobre un
globo terráqueo.
Se trata de Gerardo Mercator, un cartógrafo de principios del
siglo XVI. Todos ustedes han tenido en sus manos un mapa de él. No se apresuren
a negarlo, éste –por ejemplo- es un planisferio a la Mercator.
¿Por qué a la Mercator? Porque el planisferio está hecho con su
proyección.
¿Y qué es una proyección? Es una red de paralelos y meridianos (esas
líneas que además nos sirven para ubicar un punto en el mapa, la base
científica del GPS). Un problema central
de la cartografía (la ciencia de los mapas) es cómo representar una esfera (la
tierra) en una superficie plana (un mapa). Alguno dirá: eso se soluciona usando
un globo terráqueo. Pero esto tiene sus inconvenientes:
·
no podemos observar de una vez el globo
completo. Es decir, si vemos China no estamos viendo América del Sud.
·
un globo tiene una escala demasiado pequeña para
la mayoría de las necesidades. Me puede servir para representar continentes
pero imaginen un globo terráqueo con un tamaño que me permita ver la ruta a Mar
del Plata. No hice el cálculo pero seguro que no entra en el auto.
·
Por último, un globo es difícilmente
transportable y reproducible.
Para esto se hace una proyección. Y una de las proyecciones más conocidas
es la proyección de Mercator,
ideada por él en 1569, que revolucionó la cartografía, ya que cualquier línea
recta que se trace marca el rumbo real con lo cual se puede navegar siguiendo
con la brújula el ángulo que se marca en el mapa.
La proyección de Mercator
vino a responder a la necesidad de los navegantes europeos que en su época
abandonaban las áreas costeras y la seguridad del mar Mediterráneo y se
lanzaban a la conquista de nuevos mundos. Todavía hoy es una de las
proyecciones más utilizadas.
La proyección de Mercator es una proyección cilíndrica, es decir que se
proyecta el globo terrestre sobre un cilindro.
Así tanto los meridianos como los paralelos son líneas rectas y se cortan
perpendicularmente. Los meridianos son líneas rectas paralelas entre sí
dispuestas verticalmente a la misma distancia unos de otros. Los paralelos son
líneas rectas paralelas entre sí dispuestas horizontalmente pero aumentando la
escala a medida que nos alejamos de la línea del Ecuador. Este aumento de escala hace que no sea posible
representar en el mapa las latitudes por encima de los 80º porque aparecen muy
deformadas. La isla de Groenlandia, por ejemplo, que tiene 2,2 millones de km2 la vemos más grande que
América del Sur (que tiene 18 millones de km2, o sea es 9 veces más grande que Groenlandia).
Pero esto a Mercator no le preocupaba, básicamente porque las tierras
que navegaban los europeos de su época eran las cercanas al Ecuador, donde su
proyección no deformaba los continentes.
Hoy se usan también otras proyecciones más fiables pero todavía hay
mapas a la Mercator.
¿Por qué? Y tal vez porque con su proyección diseñó los
mapas con los que Europa conquistó el mundo.
1 comentario:
muchas gracias me sirvió para mi tarea su información.
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