Lo vimos en directo: la barbarie del Estado Islámico se desató este fin de semana sobre Francia. 130 muertos, muchos heridos, algunos de los cuales engrosarán el número de fallecidos. Los ataques se produjeron en lugares públicos: un estadio, un teatro, plazas. El objetivo: el terror indiscriminado.
Hollande, el presidente francés, reaccionó llamando a la guerra a los
franceses y continuó bombardeando Siria. Rusia y EEUU han hecho lo mismo.
¿Quién no va a condenar la masacre?, ¿quién no va a repudiar la
barbarie?
Pero, ahora ¿todos somos Francia?, ¿o todos somos franceses?
No somos Francia. Somos, al igual que el pueblo francés, rehenes de la política imperialista del estado francés
que no cesa de intervenir militarmente en Irak, en Libia, en Mali y ahora en
Siria.
El discurso de la Francia republicana ya no convence a los “condenados
de la tierra”, Kery James lo dice claramente, escúchenlo.
2 comentarios:
Una vez más, la pregunta es "Quoi faire?".
Porque la perspectiva de la historia en blanco y negro no lo justifica todo, y sobre todo de manera tan determinista. Si no, entidades tenazmente inegualitarias como las monarquias del golfo (o tantas naciones africanas) "bailarian" más seguido, y en cambio financian plácidas el fanatismo.
En este mundo globalizado y multipolar, con su turismo y su Calais, urge redefinir el imperialismo.
Y será porque soy mujer, pero prefiero Paris.
Siempre tendremos Paris, anónima
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