1ro de Mayo

Se van apagando los ecos de los actos por el 1ro de mayo. Lo aprovecharon los burócratas que piden un lugar en las listas electorales que les permitan consagrar la impunidad que necesitan, los hicimos los que recordamos uno de los hitos de la larga lucha por una jornada de trabajo más humana.

Y a todos, trabajadores y burócratas, gente y escoria,  la presidenta nos llamó –justo en esta fecha-  a dejar de lado los paros.

Pero no podemos.  ¿Qué otra posibilidad tenemos de defendernos? Y sólo algunas veces podemos juntar nuestras fuerzas y luchar, pero la agresión es permanente. Cada día que despertamos, o no tenemos trabajo, o corremos el riesgo de perderlo, o las condiciones del mismo son inaguantables, o difíciles, o perjudiciales para nuestra salud. 

Cada día, todos los días.  

Y por eso luchamos, porque sólo así podemos vivir. La presidenta en cambio nos llama a soportar la agresión cotidiana una y otra vez, a poner la otra, las otras, las innumerables, mejillas.

Pero no podemos. Aunque algunos tengan la ilusión de la resignación. 

Pero no podemos. La vida es lucha. Edgar Morin, filósofo francés y combatiente de la resistencia contra el nazismo durante la 2da guerra mundial, lo explicó claramente:  

 “¿Qué habría sido de nosotros sin la Resistencia? Habríamos tenido una carrera. Gracias a la Resistencia tuvimos una vida.”