sábado, 11 de julio de 2009

Receso y debate

La gripe motivó el adelantamiento y extensión del receso tradicional de invierno, adelantamiento y extensión que motivaron a su vez el diseño de trabajos para “recuperar” las clases perdidas, “trabajos de recuperación” que en algunos sectores sociales, como el nuestro, se vehiculizaron a través de las llamadas “nuevas tecnologías” o “Tics”, es decir foros en internet, mails, blogs, enciclopedias virtuales, etc.
Todas estas herramientas nos abren posibilidades insospechadas apenas unos años atrás, pero todo cambio trae incertidumbres, algunos docentes se preguntan: ¿no estaremos creando las herramientas que nos reemplazarán como trabajadores?
No es nuevo el planteo, ya la industrialización de fines del siglo XVIII (lo que estudiamos como la revolución industrial inglesa) lo planteó. Y en nuestra época muchos ven en el desempleo una maldición aparejada por la incorporación de nuevas tecnologías como la robótica.
¿Cuál sería la solución? ¿Volver a hacer las cosas con nuestras manos? En medio de la crisis del 2001 muchos también redescubrieron el trueque, un método superado desde que se inventó un medio universal de pago como el dinero.
Como el planteo no es nuevo, también ya alguien (Carlos Marx) lo resolvió:
“…considerada en sí la maquinaria abrevia el tiempo de trabajo, mientras que utilizada por los capitalistas lo prolonga; en sí facilita el trabajo, pero empleada por los capitalistas aumenta su intensidad; en sí es una victoria del hombre sobre las fuerzas de la naturaleza, pero empleada por los capitalistas impone al hombre el yugo de las fuerzas naturales; en sí aumenta la riqueza del productor, pero cuando la emplean los capitalistas lo pauperiza,…”
Entonces no es la máquina el problema pero “se requirió tiempo y experiencia antes que el obrero distinguiera entre la maquinaria y su empleo capitalista, aprendiendo así a transferir sus ataques, antes dirigidos contra el mismo medio de producción, a la forma social de la explotación de dicho medio".
Por eso el camino es usar al máximo la tecnología, exigir que esté a disposición de todos los alumnos y docentes en las escuelas (me acordé de usté, Lucas), aumentar los salarios y reducir la jornada de trabajo incorporando en ella el tiempo de trabajo virtual.
No va faltar el que diga que es imposible, pero cuando pasa eso me remito a la frase de Dickens: el hombre no sabe de lo que es capaz hasta que se lo propone

2 comentarios:

Aldi dijo...

www.ce_falcone.blogspot.com

tus deseos son órdenes.

Pablo dijo...

Si un deseo es una orden, es porque es un deseo compartido.
Ya hizo el festival, escribió la nota, ahora pasee un poco Aldana, que para agosto falta un rato.
Nos vemos

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