miércoles, 21 de diciembre de 2011

Exámenes

Una época complicada para algunos. Hace calor, las vacaciones están cerca y el clima veraniego invita al dolce far niente. Pero algunos tienen  que estudiar…¡y dar examen! Las ilusiones se cruzan, la de aprobar de los estudiantes, la de las autoridades  de que con un par de clases se “recupera” un año.
Un “como si” frenético invade las escuelas. Todo vale, ¡un trabajo práctico más! ¿Qué le cuesta?, si no apruebo me matan, ¿no se va más contento/a  si me aprueba? ¡Usted es bueno/a!

Todo vale. Incluso el recurso al Altísimo. ¿Quién si no el Todopoderoso podrá salvarnos? En eso los estudiantes de la Universidad Católica corren con ventaja. Están entrenados en pedir:

Oración del que va a dar examen
Señor, voy a rendir examen
dame tu paz y ven conmigo

Concédeme la simplicidad y la alegría
de cosechar el fruto de las semillas
que planté en las horas largas y oscuras
del silencio y el estudio

Que este examen sea el amén de todo ese
esfuerzo, de estudiar cada día, que fui
consagrando como ofrenda y oración

Dame serenidad y ven conmigo
para que sea perspicaz ante las preguntas
y elabore con calma las respuestas justas

Que no haya orgullo cuando sepa mucho
ni miedo de no recordar lo que aprendí

No te pido milagros, sólo la lucidez que dinamiza
y da fuerzas a mi razón, y ven conmigo

También, Señor, tú que más de una vez
fuiste “puesto a prueba”, concédeme que
quienes han de examinarme sean
razonables, justos y tengan buen humor

Señor, mi único Maestro…..

Uno podría decir que comparar a los profesores con los que pusieron “a prueba” a Jesús es un poco mucho, no hay datos de alumnos crucificados en las escuelas y dicho castigo no figura (todavía) en los reglamentos escolares.  Pero lo cierto es que si van a la Universidad Católica en Puerto Madero pueden ver  la Oración en unos grandes banners.
¿Aumentará el porcentaje de aprobados gracias a la intervención divina? No lo sé, yo confío en los hombres, en esos hombres (y mujeres) que, como decía Gramsci (ver cabecera del blog),  “se unen entre ellos en sociedad y trabajan y luchan y se mejoran a sí mismos”
Por eso me cae más simpático este uruguayo que se escapó para ver a la celeste en la copa América y en medio del partido recuerda y reafirma sus obligaciones.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mierda. ¿Es de verdad eso? En nueve años de escuela católica nunca le pasé siquiera cerca a algo así. Lo parió. Es decir que si los desaprueban es un némesis de la voluntad divina. O un acólito del Diablo. Dios... ¿De dónde saca esas cosas, usted? ¿No será que en el fondo la figurita del crucificado le inspira ternura?

JP

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...