No vale la pena hipotetizar sobre las posibles causas de la paralización del blog. Sí constatar que hace un mes y medio que no escribo. ¿No sucedió nada importante en todo este tiempo? Bueno, algo pasó:
Crujió el mundo, cayeron las bolsas, una buena parte de todo el dinero ficticio se volatilizó en el aire y volvió la “indignación” a las plazas. El Mediterráneo –Siria, Grecia, Estambul, Madrid, Libia, Egipto- se incendió nuevamente y los argentinos ¡cuando no! volvimos a estar presentes.
Ya le habíamos dejado una palabra de triste memoria al diccionario universal: desaparecidos, así en castellano es como se dice en todo el mundo. Ahora fue una frase:
La foto del esténcil de los días del 2001 “que se vayan todos” no está en un barrio porteño, esa pared que podría ser de San Telmo es en realidad de Estambul, y el graffitti es reciente. Nuestro grito de hace diez años renace en la antigua Constantinopla. Pasado el orgullo de pioneros bien vendría avisar a nuestros compañeros del Viejo Mundo que esos “todos” no se fueron, no están dispuestos a irse y el tema es como construimos e imponemos a los que los reemplazarán.
Con una recomendación internacional (y también nacional), volvimos a escribir.
1 comentario:
¿Un mes y medio sin escribir? Así no va a vender un carajo.
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