Cada docente puede elegir el momento en que se siente así, que una reunión de Nes, que una planilla de profesor por cargo, que un monitoreo de la evaluación del progreso del proyecto de la continuidad de las terminalidades, etc.
Afortunadamente la tarea docente tiene instancias más amables como las de los dos posteos que siguen.
Yo creo que te gusta la historia, como me gustaba a mí cuando tenía tu edad, porque se refiere a los hombres vivos, y todo lo que se refiere a los hombres, a cuantos más hombres sea posible, a todos los hombres del mundo en cuanto se unen entre ellos en sociedad y trabajan y luchan y se mejoran a sí mismos, no puede no gustarte más que cualquier otra cosa. Antonio Gramsci
domingo, 29 de junio de 2014
Perazzo
Perazzo fue mi profesor de Física en el secundario. Uno de
los que perduran, junto con la Barba, la Meyer, Turrens, Esteve. Por él buena
parte de mi promoción marchó a Exactas y me dejaron solo en Filosofía y Letras.
Enseñó durante cincuenta y cinco años, llevaba veintiséis cuando lo tuve y no
parecía cansado ni aburrido. El dibujo de Paz lo retrata bien aunque el gesto,
si bien serio, no era despectivo como parece. Faltaría el pizarrón doble que
llenaba de dibujos exactos y fórmulas con su letra clara (iba a decir fórmulas
claras pero no siempre lo eran para mí, la escritura en cambio era perfecta).
Faltaría también la observación precisa, fundamental a la
hora de registrar un experimento. Perazzo le habría hecho notar a Paz que dijo “un
par de cosas” y mencionó tres.
Entre otras tantas cosas, por la búsqueda de la precisión,
yo también le agradezco.
Otras banderas
Escribí sobre banderas. Hoy me llega por mail otra. Hay
adolescentes con caras sonrientes. Acaban de pintar “su” bandera. Tenían que
reemplazar la anterior, gastada en movilizaciones y tomas varias.
Dije sonrientes. Me quedé corto. Se los nota muuuy contentos.
Y no es para menos. Tener una bandera es un gesto de identidad, hacerla uno
mismo lo refuerza. Y allí están ellos, consiguieron su tela, su pintura, su
lugar (la escuela), diseñaron y pintaron.
Y mientras escribo, tengo a mano una invitación. Es para una
función de teatro. Actúa en ella Salma, otra alumna, y ella me la dio. La
imagen de un tío Sam y un Che se superponen. Hay también una frase que puede
parecer gastada pero no necesariamente lo es: Nosotros somos el futuro.
Lucha, creación.
La potencia del ser humano, adolescente o
adulto.
Lo que nos permite transformar la naturaleza y transformarnos a
nosotros mismos.
lunes, 23 de junio de 2014
Desagravio
Hubo un tiempo en que en las escuelas se recitaban cosas como éstas:
Pensativo, a su frente, cual si fuera
en muda discusión con el destino,
iba el héroe inmortal que en la ribera
del gran río argentino
al león hispano asió de la melena
¡Y lo arrastró por la sangrienta arena!
Aclaración para quien se pierda entre imágenes: se trata de San Martín,
en pleno cruce de los Andes, mientras rememora el combate de San Lorenzo. Como
se ve, no le escatimábamos a los adjetivos.
La poesía sigue:
El cóndor lo miró, voló del Ande
a la cresta más alta, repitiendo
con estridente grito: "¡Este es el grande!".
Y San Martín, oyendo,
cual si fuera el presagio de la historia,
Dijo a su vez: "¡Mirad! ¡Esa es mi gloria!".
Y vienen las batallas en Chile y los triunfos, y Olegario Andrade (el
autor de esta poesía que se llama “El nido de cóndores”) escribe:
Lanzó el cóndor un grito de alegría,
grito inmenso de júbilo salvaje;
y, desplegando en la extensión vacía
su vistoso plumaje,
fue esparciendo por sierras y por llanos
jirones de estandartes castellanos.
![]() |
Cerámica mochica (Perú) con cóndor |
La asociación cóndor-grandeza, cóndor-héroe, etc. es un leit motiv de
la poesía hispano-criolla y se remonta a etapas precolombinas: aparece incluso en los diseños de la cerámica.
![]() |
Escudo de Chile |
¿Y entonces? ¿Por qué surge todo esto? ¿a qué desagravio me refiero?
Resulta que nuestro cóndor andino, señor de los cielos, ave
emblemática, etc, etc, etc, es un buitre. Si, leyeron bien: un buitre.
Así que:
1.- La deuda externa es ilegítima e impagable y si alguien (la mayoría
de los que hablan) quiere pagarla que lo haga con su plata y no con la nuestra.
2.- Los buitres (y entre ellos nuestro cóndor) no tienen nada que ver.
viernes, 20 de junio de 2014
Hoy, tema banderas
Una vez le pregunté a una alumna de un Cens (educación de adultos) que
venía de un pueblito del interior qué le había llamado la atención al llegar a
Buenos Aires. Esperaba una contestación que hiciera alusión a la cantidad de
gente, al subte, las escaleras mecánicas; en fin: lo grande o lo moderno. Su
respuesta fue desconcertante: le había asombrado la multitud de banderas.
Es cierto, en Buenos Aires es difícil caminar sin toparse con una. El
problema es que ella estaba acostumbrada a saludar las únicas dos banderas de
su pueblo cada vez que pasaba o por la plaza o por la escuela. Hábito que
decidió no seguir en la gran ciudad por razones obvias.
Entre el día conmemorado hoy y el mundial bulle la enseña que Belgrano nos
legó por todas partes. Y la televisión nos muestra que en Brasil tiene la misma
idea gente venida de todos los rincones del globo. Y en España ondea la roja y
amarilla para saludar al rey saliente y al entrante y han prohibido la tricolor
republicana. El ejército custodia celosamente que no aparezca ningún aguafiestas
con una de ellas por la ceremonia y mate a Juan Carlos de un susto.
Lo dicho, hay banderas por doquier. Pero me hacen reparar en la que lleva Letizia, la flamante reina de
España.
¡Epa! ¡Otra reina argentina! Con la celeste y blanca en el pecho.
Véase, si no:
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Banda de caballero de la Orden de Carlos III |
Y sí, si Belgrano no se inspiró en ellos lo hizo en el manto de la
Virgen o mirando el cielo.
Hay gente que todavía debate el tema. Tienen tiempo.
Deslindo responsabilidad si algún gallego usa el posteo para pensar que sigue en el Mundial. Asimismo agradezco una nueva observación sagaz de mi antropóloga de cabecera que me sugirió este análisis
martes, 17 de junio de 2014
Anacronismo
Anacronismo: incongruencia que
resulta de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde.
Según la definición de la real academia española, los reyes europeos
son, pues, un claro ejemplo de anacronismo. Gente que no acepta que su fecha de
vencimiento llegó hace rato
Además constituyen una caterva
de parásitos importante (puede verse un posteo en este sentido aquí).
Hace unos días uno de ellos, Juan Carlos
Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, o sea Juan Carlos
I de España abdicó. Pero no lo hizo para dar paso a una república sino para que
otro parásito, su hijo Felipe, se haga cargo.
[Es
entendible, las crisis ya no respetan investiduras. ¡Si hasta Benedicto tuvo
que irse! Igualmente Juan Carlos fue precavido, abdica pero no pierde el
privilegio de inmunidad, o sea, en cana no va por más chanchullos que se le
descubran].
Las cosas parecían encaminadas, inmunidad
conseguida, príncipe preparado para asumir con nuevos bríos y herederas que
asegurarían la continuidad de la
dinastía (las infantas Leonor y Sofía), algún reclamo republicano en las calles sin pasar a mayores pero…todo se
complicó.
![]() |
Guillotina con bandera republicana. Un aviso a la monarquía en las movilizaciones de Valencia. Los borbones a los tiburones, cantan |
Los reyes son anacrónicos, dijimos.
Y los
que quieren serlo también. En 1833, el rey Fernando VII (al que le hicimos la
revolución de Mayo) tuvo la idea de morirse.
Y de dejar como heredera a su hija Isabel (tres años tenía la mocosa). El
hermano de Fernando, Carlos, se enojó y reclamó el trono. Empezaron una serie
de guerras que se denominaron “carlistas” pero la rama de los Borbones de
Fernando VII mantuvo el poder e Isabel fue reina como Isabel II.
Los carlistas se levantaron infructuosamente
en armas durante todo el siglo XIX, pero el golpe de gracia lo recibió Javier de Borbón Parma cuando Francisco
Franco no lo eligió a él sino a Juan
Carlos (de la rama familiar de Fernando VII) para reinstaurar la monarquía en
España luego de haber reemplazado con una dictadura la experiencia de la
República (1931-1939).
El tiempo pasa y llegamos al 2014, Juan
Carlos I abdica y cede el trono a su hijo que asumirá como Felipe VI, y no va y
aparece Carlos Javier de Borbón-Parma y Orange-Nassau (nieto de
Javier y primo de Guillermo de Holanda) y reclama el trono diciendo que se lo
birlaron en 1833.
Anacronismo: incongruencia que
resulta de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde.
Falta
que reediten las guerras carlistas.
domingo, 15 de junio de 2014
Mundial 2014: 1ra entrega
Hace rato ya que sabemos que los certámenes deportivos, y
entre ellos los mundiales de fútbol en primer lugar, son hechos políticos.
Hechos que los gobiernos han intentado (y siguen haciéndolo) utilizar en su provecho. Sin ahondar demasiado
podemos señalar los juegos olímpicos de 1936 en los que Hitler intentó mostrar
al mundo entero las virtudes del régimen nazi y, más cerca, el mundial de
fútbol de 1978 en la Argentina.
Pero no parecer ser el caso de Brasil 2014. No digo que no
haya sido pensado así pero la rebelión estalló y, aunque uno hubiera pensado
que el conflicto se iría desinflando a medida que la cercanía del mundial se
acercaba, esto no sucedió.
Uno a uno se suman los sectores populares a la lucha. Las
marchas unen a trabajadores con estudiantes y a éstos con grupos campesinos y
comunidades aborígenes. También los iguala la represión que el gobierno descarga
sobre ellos. Dilma Rousseff anunció que no será tolerante con las protestas y evitó
hablar en la jornada inaugural por temor a la silbatina. No le sirvió de mucho:
también chiflaron su silencio.
Muchas cosas podríamos agregar, pero el arte de Crist logra una crítica impiadosa que es difícil de superar.
sábado, 7 de junio de 2014
Renoir y la alegría
![]() |
Renoir por Sábat |
Una vez por semana, en la página 3 de Clarín, Sábat
homenajea con una acuarela a quien él considera “imprescindibles”. Un lujo al
alcance de miles de personas. Muchos de estos “imprescindibles” son también
pintores, hace unos días le tocó al francés Pierre-Auguste Renoir.
Francia bullía en la segunda mitad del siglo XIX. El
capitalismo estaba en su esplendor, Haussmann transformaba París (vean el
posteo del 31 de mayo), la gente disfrutaba en las
calles y Pierre-Auguste Renoir pintaba a todos ellos: trabajadores y burgueses
En Buenos Aires no hay muchas obras de Renoir y las que
pueden verse en Bellas Artes no son, a mi juicio, las más bellas y famosas.
Pero internet nos permite acceder a muchas de ellas. En tren
de elegir una me quedo con Baile en el Moulin de la Galette.
lunes, 2 de junio de 2014
domingo, 1 de junio de 2014
"Sensación económica"
Los meteorólogos hablan de la “sensación térmica”, Aníbal Fernández de
la “sensación de inseguridad”. ¿Por qué no puedo hablar yo de la “sensación
económica”?
Mi conciencia acerca del valor de los productos en el mercado arranca a
finales de los años 60. Y mi “sensibilidad económica” me dice que hubo épocas
más benignas que otras. En particular mi adolescencia fue una época de
liquidez. Teníamos plata, las salidas, los libros, el cine estaban a nuestro
alcance.
El final de la dictadura fue otra buena época, además de la liberación política la calle era nuestra y accesible económicamente.
¿Era una “sensación”? Por suerte encontré este gráfico
Mide la evolución del salario real. El mismo nunca se recuperó del todo
luego de la caída del rodrigazo de 1975 pero efectivamente hubo un par de picos
efímeros en el gobierno de Alfonsín.
Luego todo es caída. La recuperación a partir del 2003 no es más que el
regreso a los niveles de la década del noventa y éstos son los del inicio y
final de la dictadura.
Al análisis numérico hay que agregar dos consideraciones que no hacen
más que complicar las cosas:
a) la productividad de la economía argentina aumentó y también lo hizo
la producción. Concretamente la torta a “repartir” se agrandó,
b) los gastos de un trabajador son más altos ahora que antes.
¿Por qué?
Por un lado porque ahora hay que pagar por servicios que en los 70 eran
provistos gratuitamente por el estado, por ejemplo la educación (en 1970 la
escuela privada era una rareza de los sectores privilegiados o un reducto
confesional), pero también la seguridad (no abundaban las compañías de seguridad
privada ni estaban al alcance las alarmas de todo tipo). Las prepagas de salud
proliferaron también luego de los 70.
Por el otro porque a lo largo de cuarenta años las necesidades de
consumo variaron, por ejemplo el incremento de lo que podría llamarse una
canasta tecnológica (celulares, entre otros).
Mi “sensación” resultó confirmada, el tema es cómo volvemos a los
buenos tiempos.
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