curso de historia
Yo creo que te gusta la historia, como me gustaba a mí cuando tenía tu edad, porque se refiere a los hombres vivos, y todo lo que se refiere a los hombres, a cuantos más hombres sea posible, a todos los hombres del mundo en cuanto se unen entre ellos en sociedad y trabajan y luchan y se mejoran a sí mismos, no puede no gustarte más que cualquier otra cosa. Antonio Gramsci
domingo, 7 de enero de 2018
Para el Paepa de febrero
Ya están subidos en el apartado de cada curso los trabajos que deben presentar cuando comienza el Paepa. Tengan en cuenta que sólo cuentan con dos semanas para rendir, no dejen todo para último momento.
sábado, 25 de noviembre de 2017
miércoles, 8 de noviembre de 2017
Un acto de cordura
Se cumplieron ayer 100 años del
mayor acto de cordura de la humanidad: la revolución rusa. ¿Cordura? Sí, de eso
se trata. La cordura de terminar con un régimen de explotación y alienación del
hombre. La cordura de transformar la realidad antes de que ella nos destruya.
Se han publicado numerosos artículos (la mayoría escritos por gente que
preferiría que no hubiera pasado) explicando, entre otras cosas, como fue el
impacto de la revolución de octubre en su momento.
Uno puede leer y tratar de comprender ese impacto. A mí una experiencia
me ayudó y por eso se las relataré.
Mediados de la década del ’80. Empieza a hacerse notoria la crisis en
los países “detrás de la cortina de hierro”. Acá, acabábamos de salir de una
dictadura sangrienta.
Una tarde soleada. Me siento a hacer tiempo en el bar La Academia y
abro Prensa Obrera. Disfruto de esa libertad tan duramente conseguida, el poder
leer lo que se quiera donde se quiera.
Un viejo se me acerca. Elegante pero con un estilo antiguo, un traje príncipe de gales marrón oscuro que le baila
por encima de su cuerpo enjuto. Me mira, mira mi lectura y me dice:
- Yo también soy comunista
Le pregunto por qué lo es, quiero saber que lo llevó a abrazar las que
son también mis ideas.
Me responde: -Llegaban noticias de Europa. ¡Habíamos tomado el poder!
¡gobernábamos!
Y se le llenan los ojos de lágrimas, como a mí.
sábado, 14 de octubre de 2017
Pasado, presente y futuro
Ya he escrito en este blog algún texto sobre el “Día de la Raza”
(pueden leerlo clickeando acá). Hoy, que el aniversario trae el tema de vuelta,
busco la manera de referirme a él sin repetirme. Y arranco con un recuerdo
infantil. De mi primaria en Bernal donde contábamos con la primera estatua
levantada a Cristóbal Colón en Argentina. No por un miembro de la “raza
española” como se podría prever, sino por un inmigrante genovés (como Colón)
que se había hecho “la América” y poseía bruta estancia en la zona: Don
Agostino Pedemonte.
El viejo monumento, los arcos de atrás y la palmera son agregados posteriores |
Pedemonte, ufano de su prosperidad, decidió homenajear a su compatriota
y ordenó la construcción de una estatua en sus tierras. Cuando mucho después éstas se lotearon y vendieron, Colón terminó en una plazoleta cerca de casa y de
la escuela (todo estaba cerca en Bernal) a la sombra de los plátanos.
Y ahí íbamos en solemne procesión para esta fecha. Salíamos de la
escuela con nuestras maestras todos de la mano y homenajeábamos a Colón in situ. El texto en italiano del
pedestal me impactaba, especialmente la última frase: “Rinnova incessante sua
dignitá”.
(Algún día comentaré mi otra excursión: a la casa del estanciero
colonial Santa Coloma donde habían llevado a los Kilmes. Una ventaja de Bernal:
Colón y los indios a mano).
Hoy esa celebración se antoja extraña y son otros los temas a evocar. Para hacerlo me respaldo en un discurso dicho este 12 de octubre en
una escuela primaria, pueden leerlo acá.
Es el primer discurso pronunciado por un docente a punto de recibirse, mi
hijo Juan.
Otra generación que empieza a hacerse cargo de explicar, explicar y
explicar.
Cumplí con el título: Pasado, presente y futuro
domingo, 1 de octubre de 2017
La sociedad de los "intelectuales" impotentes
Hace unos veintisiete años se estrenó en la Argentina la película “La sociedad de los poetas muertos”. En ella se relataba, de una manera naif y edulcorada, la experiencia de un profesor de literatura, Robin Williams, que “subvertía” la enseñanza de su asignatura en un colegio híper tradicional marcando una impronta indeleble en sus alumnos.
No faltó quien viera, en ese momento, un
“modelo transgresor” a seguir en la educación argentina. La solución a los “problemas
de la escuela media” (desde esa época y antes también en el lugar del déficit)
pasaría, siguiendo a Robin Williams, por recitar poemas parándose en el
escritorio o dar clase caminando por el parque.
Ya en esa época me parecía una gansada
(uso este término porque este es un blog educativo).
¿A qué viene todo esto? Sucede que hoy leo en Página 12 un reportaje a Darío Sztajnszrajber y Felipe Pigna titulado “El discurso escolar se dirige a un pibe que ya no existe más”. En
él Darío S. plantea que “El aula
tradicional, para decirlo en términos nietszcheanos, ha muerto” y que su
enseñanza de la filosofía hubiera tenido más éxito si le hubieran permitido
hacerlo en una caminata emulando a Aristóteles.
Para no quedarse atrás Pigna sugiere
incorporar “el prisma del amor para explicar
de qué manera la emocionalidad íntima influyó y determinó las acciones de esos
próceres que el relato oficial inmaculó al punto de despojarlos de todo tipo de
sentimiento más que el fastuoso “amor a la patria”. ‘Esos tipos del siglo XIX
no eran muy diferentes a los que de carne y hueso que conocemos hoy. ¿Se
piensan que no amaban, no extrañaban, no querían estar en pareja o tener
relaciones sexuales? ¡Hablaría mal de esta gente si no hubiese sido así!’”
Estas consideraciones se suman a otras
que muestran que hace rato que no saben qué damos los docentes en las escuelas,
por ejemplo:
“en
la enseñanza de la Historia en primarios y secundarios se omite el conflicto,
porque se sostiene que el niño no está en condiciones de comprenderlo” (sic) o,
“La
clave quizás esté en hacer coparticipar al alumno, […]De qué manera se pueden
relacionar los contenidos del pasado con su presente, qué consecuencias
generaron en su cotidianidad” (jamás
se me hubiera ocurrido)
“El
tango, ni hablar, pero antes la payada, un elemento que usó el anarquismo entre
fines del siglo XIX y principios del XX para divulgar textos de Kropotkin o
Bakunin entre obreros analfabetos. Es increíble cómo se han ignorado históricamente
estas expresiones”, (sí, ¿quién
alguna vez usó un tango como reflejo de época? ¡eh! ¿quién?)
Pero lo importante no es la impotencia
de estos dos pseudointelectuales. Es su función deletérea de la escuela y
justificadora de reformas antieducativas. Su conclusión es que hay que
abandonar el espacio del aula porque “atrasa”, justo cuando el gobierno habla
de plataformas virtuales, “facilitadores” y pasantías fuera de la escuela.
Darío S. intenta posar de “progre” y arreglarla
un poco y señala que “Platón hablaba del
hombre justo como una armonía entre sus dimensiones racionales e instintivas, y
por añadidura esto se extendía a la polis, donde la injusticia residía, entre
otras cosas, en la intromisión del mundo de la empresa o del comercio en las
decisiones políticas”.
Por las dudas le aclaro, Darío S., que
mis estudiantes de primer año aprenden que la injusticia en la polis residía en
que una sociedad de hombres libres estaba basada en una pléyade de esclavos carentes
de todo derecho y asimilados a “cosas”.
Como para que comprendan la “formalidad”
de algunas “democracias” y puedan aplicarlo en el presente.
lunes, 25 de septiembre de 2017
Tomas y "guías"
Ayer leí la “editorial” de Alejandro Borensztein en Clarín: “Guía para tomar colegios como Dios manda”.
En ella critica las actuales tomas de colegios secundarios. No es esto
lo particular de la nota, en realidad la mayoría de éstas enfrenta la medida juvenil. Algunas veces
compartiendo los reclamos (pero no los métodos, ¡cuando no!), otras no.
Lo que hace especial la nota de Borensztein es que la crítica parte de cuando
él mismo tomó su colegio secundario, el
Pellegrini, en 1975.
Esa toma “sí” era correcta, éstas no, dice.
Repasemos la historia. La década del ’70 fue pródiga en tomas de
colegios. Las primeras se dieron en 1971 y abarcaron las escuelas técnicas a
las cuales se les degradaba el título al quitar el último año de estudios
(cualquier semejanza con la actualidad no es coincidencia). Las tomas
triunfaron y las escuelas industriales mantuvieron su titulación.
Soy contemporáneo de Borensztein y me tocó también tomar mi colegio.
Corría 1974, en Educación había asumido Oscar Ivanissevich que desplegó su “misión”
(así se la llamó) para eliminar “la infiltración marxista” en la educación. Al
frente de la Universidad de Buenos Aires fue designado Alberto Ottalagano, un
fascista que como bien señala Borenztein estaba orgulloso de serlo y así lo
proclamaba.
Los estudiantes tomamos la universidad y (en mi caso) los colegios
preuniversitarios como el Nacional Buenos Aires y el Pellegrini en defensa de
las autoridades existentes e intentando frenar la barbarie que avizorábamos. Ésta
toma sí fue de las “permitidas” por Borensztein.
Pero se equivoca. Si algo tienen en común ambas es su carácter
anticipatorio. Puede parecer extraño ya que estamos hablando de adolescentes la
mayoría de los cuales está haciendo su primera experiencia política. Pero en
1974 y en el hoy los estudiantes se han percatado de un futuro que rechazan.
En 1974 los estudiantes reaccionamos frente a una avanzada reaccionaria
que proseguiría sin pausa hasta el golpe de 1976.
Los protagonistas de hoy advierten que “la reforma” no es sólo degradación
educativa sino que es un paso más en la flexibilización laboral que tendrán que
enfrentar.
Los estudiantes de 1974 teníamos muchas debilidades y falencias, los de
hoy también. Pero no nos equivocamos en ese momento.
Hoy tampoco.
lunes, 18 de septiembre de 2017
Charles Perrault, los Grimm y el día del maestro
Las primeras versiones de La cenicienta se hunden en la noche de los
tiempos.
Pero, más acá, el francés Charles Perrault escribió una versión que se
difundió por toda Europa y América. Los hermanos Grimm hicieron lo mismo un
siglo después, a principios del XIX.
Hay en el cuento una suspensión momentánea del mundo real y algo así me pasó
el lunes 11.
Otro día del maestro.
Me felicitó Acuña, me felicitó Larreta y aunque
no me llegó el flyer de Esteban ni de Finochiaro sé que pensaron en mandarlo.
Un lunes maravilloso, pleno de felicidad reflejada en frases de
Galeano, Freire, Mandela, la Madre Teresa y otros. Así, juntos y revueltos.
Pero, ya lo habían escrito Perrault y los Grimm, nada es para siempre.
Dieron las 12, desaparecieron los flyer con frases almibaradas y volvimos a ser
esos tipos molestos que:
1.- reclamamos aumento de sueldo,
2.- paramos y tomamos a los
niños de rehenes,
3.- planteamos que las escuelas no están en condiciones,
4.- no aceptamos la degradación de la educación expresada entre otras
cosas en la eliminación de contenidos, la degradación de títulos, la
primarización de la educación media, etc.
5.-hablamos de Maldonado,
6.- no queremos ser “facilitadores”ni “orientadores” ni “emprendedores”
sino docentes,
7.- defendemos a nuestros alumnos como individuos y como colectivo
impidiendo la violencia y abuso policial,
8.- tomamos licencia porque estamos enfermos o damos exámenes o…,
9.- criticamos las evaluaciones estandarizadas,
10. –defendemos nuestra calificación profesional, etcétera, etcétera,
etcétera
Perrault y los Grimm habían previsto una salida. Todos la conocemos. Pero en el reino de
este mundo no hay hadas madrinas y los príncipes que quedan andan en
corruptelas varias.
No nos va a quedar otra que calzarnos nosotros mismos el zapato.
jueves, 22 de junio de 2017
Viendo los sonidos
Leo y copio la definición de Wikipedia: En neurofisiología, sinestesia (del
griego συν- [syn-], «junto», y αἰσθησία [aisthesía], «sensación») es la
asimilación conjunta o interferencia de varios tipos de sensaciones de
diferentes sentidos en un mismo acto perceptivo.
Ya lo habían dicho los de Andando descalzo
Veo música, suena en tus labios,
Mi mente va en blanco
Durmiendo en el pasto
Mi mente va en blanco
Durmiendo en el pasto
Pero, ¿es factible ver la música?, ¿o
escuchar el amarillo?
Los neurofisiólogos dicen que sí y el
arte también lo intenta. Hoy Google homenajea a Oskar Fischinger con este
doodle
¿Y quién fue Oskar Fischinger?
Un compositor alemán que hoy cumpliría
117 años. Un convencido de la “visibilidad” de la música. Le tocó ser un
revolucionario durante el nazismo y por lo tanto su arte fue considerado “degenerado”.
Buscó nuevos y más saludables horizontes en EEUU pero tampoco allí fue bien
recibido.
Creó cosas como éstas para que “veamos” la música de Lizt
domingo, 7 de mayo de 2017
¿Por qué soy docente?
Pueden no creerme pero nunca me hice esa pregunta, la respuesta es tan
simple que no le veía sentido contestármela. Pero debo reconocer que sí me la
han hecho numerosas veces. Especialmente cuando el interlocutor avizoraba
futuros más interesantes para mi persona.
La respuesta simple era que ser docente me agradaba y en otros posteos
he intentado explicar el porqué de tal afición.
Hoy voy a dar otro ejemplo. El año pasado llevé un 4to año a la muestra
de Malévich en Fundación Proa. Si bien es
cierto que la Revolución Rusa es un contenido curricular de 4to año no era ése
el motivo de la salida. Por caso también he llevado a 4tos años a muestras del
México prehispánico.
Los llevé porque consideré que necesitaban (necesitábamos) tener esa
experiencia.
Y la escuela está para garantizar el acceso a esas (y otras) experiencias.
Y la escuela está para garantizar el acceso a esas (y otras) experiencias.
Hoy, domingo, en mi casilla de mails hay uno de Manu, una de las
concurrentes. Me cuenta que está en Nueva York, en el Moma, sentada frente a
Cuadrado blanco, un cuadro que ”nos faltaba” en la muestra de Proa, aclara. Y me manda la foto.
Malévich, los alumnos, ser docente, sensaciones agradables una mañana
de domingo
lunes, 1 de mayo de 2017
1974. 1ro de mayo.
Mientras Perón convoca a la Plaza de Mayo
“mi” acto se hace en la Federación de Box. Un estadio modesto para 2000
personas que nos va a costar llenar.
Pero todo puede cambiar.
Ese día Perón va a echar a la “juventud maravillosa” de la
plaza que se retira cantando “Que pasa general que está lleno de gorilas el
gobierno popular”. Perón les responde distinguiendo a los sectores “que han
visto caer a sus dirigentes (por Ignacio Rucci) sin que todavía haya sonado el
escarmiento”
Y en ese “todavía” se encierra una de las claves del momento
y del futuro. La Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) que había tenido su
bautismo tiempo atrás se lanza al “escarmiento”. Asesinan, nunca mejor
empleados los términos, a diestra y
siniestra: al sacerdote Carlos Mugica de la Juventud Peronista Lealtad, al
diputado Ortega Peña del Peronismo de Base, al profesor Silvio Frondizi, del grupo troskista Praxis, a Jorge Fischer y Miguel Angel Bufano, mis compañeros y delegados clasistas de Miluz…
Y “mi” acto es prohibido por la policía. Que tal vez haya
comprendido mejor que yo en ese momento la otra clave.
¿Por qué? Ese día nos dispersamos, algunos con la bronca de
la frustración.
Hoy, “mi” acto se hace en la Plaza de Mayo.
Los demás, los
demás son historia.
martes, 25 de abril de 2017
Recomendaciones sobre el posteo de ayer
En el último posteo recomendé un autor, Francisco Umbral. Todo él es de agradable lectura pero el texto que menciono está en una recopilación de artículos periodísticos bajo el nombre de Mis paraísos artificiales.
Lo pueden conseguir en internet en forma gratuita.
Por otra parte, si les interesa leer una novela que describe el imperio otomano en la época del Renacimiento (que es la época de la novela El sultán) tienen que leer a Mathias Enard que imagina a un Miguel Angel contratado por el sultán para que le construya el puente más bello del mundo en Estambul.
Su libro se llama Habladles de batallas, de reyes y elefantes y también se puede conseguir en la web
Lo pueden conseguir en internet en forma gratuita.
Por otra parte, si les interesa leer una novela que describe el imperio otomano en la época del Renacimiento (que es la época de la novela El sultán) tienen que leer a Mathias Enard que imagina a un Miguel Angel contratado por el sultán para que le construya el puente más bello del mundo en Estambul.
Su libro se llama Habladles de batallas, de reyes y elefantes y también se puede conseguir en la web
lunes, 24 de abril de 2017
La importancia de tener un amigo profesor de historia
Un escritor que recomiendo, Francisco Umbral, menciona en un artículo
la importancia de tener ciertos amigos. Si piensan que se refiere a poderosos,
están equivocados. Umbral habla de amigos viajeros que nos traigan ecos de
tierras lejanas, amigos periodistas que nos ayuden a ventear los aires del
mundo, amigos fotógrafos que nos retraten bien y definitivamente, y así.
Agregaría a la lista un amigo profesor de historia. ¿Para qué? Les
explicaré con un ejemplo.
El 24 de abril de 1915 el imperio otomano comenzó, con la detención de
unas 200 personas, lo que se conocería como el primer genocidio del siglo XX:
el genocidio armenio. Ocho años después unos dos millones de armenios habían
muerto a manos de los turcos.
El siglo XX ha sido pródigo en genocidios, al armenio se le sumarían otros
(hereros en Namibia, en la 2da guerra mundial, Ruanda en 1994…)
A diferencia del perpetrado por
el nazismo, el sufrido por los armenios tardó en ser reconocido como tal (Argentina
lo hizo en 2007) y hasta el día de hoy sólo unos treinta países lo han hecho. Turquía
no está entre ellos y si bien acepta las muertes niega que haya sido
premeditado.
Bueno, ¿y? ¿para esto necesito un profesor de historia?
No se impacienten, déjenme seguir.
Telefé ha programado la emisión de una telenovela turca, casi con
seguridad otro bodrio importante. Se trata de “El Sultán” basado (es una manera
de decir) en la vida de Solimán el magnífico, el gran emperador que dio forma
al imperio otomano en el siglo XVI. Como corresponde a tan magno acontecimiento
lo anuncian con bombos y platillos.
¿Y cuándo lo programó? Para hoy, 24 de abril, día del genocidio armenio
a manos de los turcos.
Un amigo profesor de historia le hubiera avisado al programador que no
era el día indicado.
jueves, 6 de abril de 2017
La batalla de los hashtags #Yoparo, #Yonoparo
Desde hace unos días los medios han convocado, con clara predilección
por la segunda opción, a la batalla de los hashtags.
Mi elección es obvia, #yoparo.
¿Y cuál otra podía ser? Soy docente de
educación media y universitaria, mis compañeros han decidido marchar al paro,
posición que comparto. Pero ¿y si no la compartiera? ¿Si pensara que es mejor
esperar?
Hace tiempo, en una ocasión compleja, un viejo militante me explicó: “Es
mejor equivocarse con los compañeros que acertarla con el patrón”. Conciencia de
clase es el término “serio”.
Y entonces paro. Y se ocupan las calles. Y al hacerlo me encuentro con
el “reclamo” de los medios y también de compañeros que esgrimen “el derecho al
trabajo”. No es suficiente explicar que “el derecho al trabajo” no es otra cosa
que el “derecho” a la explotación, a la esclavitud asalariada. También hay que
explicar que ese derecho no existe, que es permanentemente vulnerado por los
que nos “dan” trabajo.
Pero cuesta asumirse como trabajador en el gremio docente. Ya en los 70
como estudiante secundario viví la pelea por denominar al sindicato como de “trabajadores
de la educación” (Ctera). Otra vez, en el 85, en uno de los primeros escritos
del sindicalismo universitario alguien corrigió mi inicio: “No somos
compañeros, somos colegas” me dijeron. El universitario prefería compartir la
lectura y no el pan.
¿Y entonces? Y, somos trabajadores docentes. Volvemos a explicarlo.
Explicamos que el derecho colectivo de la clase es superior al derecho
individual, que trabajadores y patrones tenemos intereses históricos
diferentes, y como además de trabajadores docentes lo somos de historia
explicamos que así ha sido a través de las épocas.
Y probablemente muchos no lo entiendan hoy. Y mañana nos pregunten:
¿qué ganaste? Esperan contar porotos. Puede que no haya ninguno concreto, ¡ya! para
mostrar (un aumento, una marcha atrás con un ataque, etc.) y sin embargo
habremos ganado.
Porque nos unimos, luchamos y crecimos en nuestra conciencia
colectiva como clase.
Entonces mañana, en cada lugar, en cada trabajo, frente a
cada patrón, estaremos más fuertes.
Y recordemos a otros que nos dijeron lo mismo bastante antes.
martes, 4 de abril de 2017
domingo, 2 de abril de 2017
Elogio del zapping y recomendación
Debo agradecer al control remoto haberme topado hace unos días en el
canal paka paka (al que sólo accedo de forma aleatoria) con “El secreto de Kells”.
Kells es una abadía irlandesa donde hacia el siglo IX un monje (o más
de uno) escribió e “iluminó” los cuatro
evangelios del Nuevo Testamento y los unió en un libro: el libro de Kells. Los manuscritos “iluminados”
son una de las obras de arte medievales más importantes y bellas.
Su realización implicaba años de trabajo y se utilizaban metales
preciosos como oro, plata o minerales como el lapislázuli para obtener los
colores con los que se “iluminaban” las imágenes.
En internet pueden encontrar muchísimas imágenes del Libro de Kells y
de muchos otros manuscritos. Les recomiendo que recorran las páginas y las vean.
A modo de ejemplo les dejo dos del libro que tengo
Pero no fue esto lo que vi en Paka Paka.
El libro de Kells es un tesoro nacional irlandés y como tal está muy presente en la cultura del país.
Y por eso los irlandeses le dedicaron una de las mejores películas de animación que he visto: “El secreto de Kells” (ver trailer)
domingo, 26 de marzo de 2017
Usted preguntará porqué marchamos
Parafraseo deliberadamente a Mario Benedetti, y la marcha se
me da más fácilmente que la canción.
Marzo ha sido un mes pródigo en marchas y el 24 de marzo no
fue la excepción. Y entre las muchas las
razones para marchar este 24 tal vez la fundamental sea todo lo que todavía
perdura de la dictadura entre nosotros (hasta un recientísimo jefe del ejército
procesado por represor tenemos).
Y como otros 24 mis compañeros del secundario detenidos-desaparecidos
esperaron, como hacíamos en los años 70, en las escalinatas del colegio.
Y allí fueron a buscarlos otros compañeros y marcharon con
ellos (y va mi agradecimiento). Arriba en el blanco y negro del pasado y de los
sueños las caras eternamente jóvenes. Abajo, en color, los cuerpos adultos de
los jóvenes que sobrevivieron.
Marchando juntos
¿Porque? Benedetti dice que porque los sobrevivientes y los
muertos lo quieren.
Yo pienso que es
porque ellos hubieran hecho lo mismo por nosotros
lunes, 6 de marzo de 2017
¿Qué enseñaré desde hoy al miércoles?
Quisiera que ustedes, mis alumnos, aprendieran:
Contenidos conceptuales
1.- Educación cívica: Todo trabajador tiene derecho a que su salario cubra
la canasta familiar. Hoy el salario docente no lo hace
2.- Lengua: Un rehén (de etimología árabe) es alguien secuestrado,
privado de su libertad por el cual se pide un rescate. Igualar un paro a una
toma de rehenes como hace el gobierno refleja una ignorancia o mala voluntad
importante
3.- Historia: Los derechos de los trabajadores se han conseguido con
medidas de fuerza como paros y movilizaciones. “Compartir el reclamo pero no
los métodos” evidencia no haber estudiado lo suficiente.
Contenidos procedimentales
4.- EDEB (Espacio de definición de este blog, mi materia preferida):
Las medidas de fuerza están en relación con los objetivos del sector al que uno
se enfrenta; ejemplo: si el patrón quiere producir, no produzco; si el patrón
no quiere producir (y piensa cerrar), ocupo el lugar de trabajo.
Contenidos actitudinales
5.- Hay que enfrentar las situaciones injustas. La enseñanza de los
contenidos anteriores queda invalidada si no damos el ejemplo luchando para
defender nuestros derechos.
El jueves volveré a la escuela. Estos días estaré en la calle. Están
invitados a acompañarme
domingo, 19 de febrero de 2017
Última semana del Paepa en la Falcone
Esta es la última semana del Paepa en la Falcone ya que el miércoles 1ro debo tomar examen en la UBA. Algunos alumnos ya han recuperado esa clase viniendo un día extra la semana pasada. De todas maneras, TODOS los alumnos de la mañana pueden venir una clase extra esta semana que comienza.
Los horarios posibles (además del que les corresponde) son:
Los horarios posibles (además del que les corresponde) son:
HORARIO
|
LUNES
20
|
MARTES
21
|
MIÉRCOLES
22
|
JUEVES
23
|
8
A 9.20
|
|
3RO
1RA
|
4TO
1RA
|
|
9.30
A 10.50
|
|
|
2DO
1RA
|
|
11
A 12.20
|
|
|
3RO
1RA
|
2DO
1RA
|
12.20
A 13
|
|
|
|
4TO
1RA
|
15
1 16.40
|
1RO
3RA
|
|
|
1RO
3RA
|
Aclaración: El curso indica el aula, no que sólo pueden venir los que pertenecen a él
sábado, 17 de diciembre de 2016
Los trabajos y los días
Tal el título de Hesíodo. Corresponde completamente a la planificación que incluyo.
La misma muestra algunos cambios respecto al 2016:
La misma muestra algunos cambios respecto al 2016:
a) Los paepa (febrero y diciembre) quedan acotados a dos semanas exactas
b) El turno de previos de julio-agosto se pasa antes de las vacaciones de invierno
c) Desaparece el turno de octubre y la última semana de diciembre se destina a exámenes con suspensión de Paepa. Para los que tienen una única escuela eso puede significar que sólo van un día de la semana.
Cosas que permanecen: El día del maestro es no laborable (as usual) pero ¿cuándo empieza el tercer trimestre? Ese día. Ojalá esta gente reencarne en seres inteligentes.
lunes, 12 de diciembre de 2016
Despedida
Egresa una nueva promoción. Y voy a intentar una despedida.
¿Qué me habilita a hacerlo? Similar pregunta se hizo el sociólogo francés Bernard Lahire respecto a las autobiografías y mi respuesta es la misma: haber atravesado una experiencia significativa. ¿Cuál? Haberlos tenido como alumnos.
¿Y porqué fue una experiencia significativa?
Diré que, en principio, enseñar es una experiencia significativa.
Uno se enfrenta a alumnas que se enojan porque no logran comprender cabalmente el concepto de plusvalía (concepto que no es comprendido por la mayoría de la sociedad). Y entonces todo vale, incluso apelar a un pasodoble tocado por una pantera rosa chavista (¡Gracias Belek!). Funciona. Les aseguro que funciona.
O alumnos de pasillo (y acá el agradecimiento es a otro exalumno, Pocho, que creó el término) a los cuales hemos comentado que la solución a un conflicto argentino del siglo XXI la formuló claramente un italiano de principios del XX, Antonio Gramsci. Y entonces asoman la cabeza por la puerta del aula recordándonos que todavía no hemos posteado la cita en cuestión que aclararía, tal vez, su duda.
U otros que nos muestran una silla dadaísta en la que nadie podría reconocer las notas distintivas del mueble y mucho menos sentarse. Pero, por eso mismo, revelan que han captado la esencia del dadá.
O por último, la experiencia de proponerse dar clase a las 8 de la mañana, horario impropio de toda tarea intelectual, y que a uno lo interrumpan con la demanda imperiosa:
- ¡Vos tenés que decirnos que pensás! Lo estuvimos discutiendo todo el día. Si una persona tiene una mochila pero yo no lo sé, ni lo veo ni tengo manera de comprobarlo, ¿esa mochila existe?
¡Las 8 de la mañana! ¡Y la pregunta no es otra que la que viene haciéndose la filosofía occidental desde hace dos mil quinientos años al menos!
Estarán de acuerdo conmigo en que ha sido una experiencia significativa, y por tanto estoy habilitado para despedirlos a mis ahora exalumnos y a la experiencia.
¿Qué me habilita a hacerlo? Similar pregunta se hizo el sociólogo francés Bernard Lahire respecto a las autobiografías y mi respuesta es la misma: haber atravesado una experiencia significativa. ¿Cuál? Haberlos tenido como alumnos.
¿Y porqué fue una experiencia significativa?
Diré que, en principio, enseñar es una experiencia significativa.
Uno se enfrenta a alumnas que se enojan porque no logran comprender cabalmente el concepto de plusvalía (concepto que no es comprendido por la mayoría de la sociedad). Y entonces todo vale, incluso apelar a un pasodoble tocado por una pantera rosa chavista (¡Gracias Belek!). Funciona. Les aseguro que funciona.
O alumnos de pasillo (y acá el agradecimiento es a otro exalumno, Pocho, que creó el término) a los cuales hemos comentado que la solución a un conflicto argentino del siglo XXI la formuló claramente un italiano de principios del XX, Antonio Gramsci. Y entonces asoman la cabeza por la puerta del aula recordándonos que todavía no hemos posteado la cita en cuestión que aclararía, tal vez, su duda.
U otros que nos muestran una silla dadaísta en la que nadie podría reconocer las notas distintivas del mueble y mucho menos sentarse. Pero, por eso mismo, revelan que han captado la esencia del dadá.
O por último, la experiencia de proponerse dar clase a las 8 de la mañana, horario impropio de toda tarea intelectual, y que a uno lo interrumpan con la demanda imperiosa:
- ¡Vos tenés que decirnos que pensás! Lo estuvimos discutiendo todo el día. Si una persona tiene una mochila pero yo no lo sé, ni lo veo ni tengo manera de comprobarlo, ¿esa mochila existe?
¡Las 8 de la mañana! ¡Y la pregunta no es otra que la que viene haciéndose la filosofía occidental desde hace dos mil quinientos años al menos!
Estarán de acuerdo conmigo en que ha sido una experiencia significativa, y por tanto estoy habilitado para despedirlos a mis ahora exalumnos y a la experiencia.
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Están a tiempo
(Este posteo contiene una
recomendación, para evitar ansiedades la misma estará disponible hasta
principios de diciembre, como luego comentaré.)
Hay
preguntas que se les repiten a intervalos más o menos regulares a los
profesores de historia. Una es: ¿en qué época te/le hubiera gustado vivir?
La
respuesta no es sencilla. En primer lugar una cosa es que determinado momento
histórico sea interesante y otra que uno quiera ser protagonista del mismo.
Descartemos por obvias las épocas de guerras o desastres: puede ser la mar de
interesante conocer el proceso que llevó al genocidio de 1994 en Ruanda pero
ver cómo un millón de personas eran asesinadas (a veces a machetazos) en dos
meses por otro (mínimo) millón no resulta placentero.
Por
otra parte cualquier momento previo a mitad del siglo XIX trae aparejadas condiciones
(expectativas de vida, salud, comodidades, etc.) demasiado diferentes a las que
estamos acostumbrados.
Pero
el jueves pasado se me ocurrió una respuesta: la Rusia urbana de principios de
siglo XX debe haber sido un momento histórico disfrutable.
¿Por
qué? El mundo era joven. ¿A qué me refiero? Los rusos pensaban crear un mundo
nuevo. Políticamente es el período que va desde el soviet de Petrogrado a la
revolución de octubre. ¿Dije joven? Sí, los protagonistas lo eran. Trotsky, el
dirigente del soviet de Petrogrado, tenía 25 años en 1905. Fueron derrotados
pero la experiencia quedó plasmada al año siguiente en un libro brillante: Resultados y perspectivas. O sea, ¿Qué
pasó y cómo la seguimos? Es el preanuncio y el llamado a 1917.
Para
una generación de jóvenes rusos el mundo estaba por crearse. Kazimir Malévich
era otro de ellos. De la misma edad que Trotsky, puso en revisión el arte
occidental.
La
recomendación que tengo para hacerles es que vayan a ver su retrospectiva en la
Fundación Proa (como dije tienen tiempo hasta el 11/12).
En ella se puede
observar cómo Malévich ajusta cuentas con impresionistas, postimpresionistas,
simbolistas y futuristas. Pinta como todos ellos buscando una nueva expresión.
Será, en el lapso de pocos años, también expresionista. Malévich es una especie
de camaleón explorador. Todo el arte es sujeto a crítica hasta llegar en 1913 a
la obra que inauguró el Suprematismo: “Cuadrado
Negro sobre fondo blanco”.
Es que “El arte ya no quiere estar al
servicio de la religión ni del Estado; no quiere seguir ilustrando la historia
de las costumbres; no quiere saber nada del objeto como tal, y cree poder
afirmarse en la cosa (por lo tanto, sin la fuente válida y experimentada de la
vida), sino en sí y por sí”.
Malevich
no para. Escribe con el poeta Maiacovsky el manifiesto suprematista.
Sigue
pintando.
Es coautor de la ópera “La
victoria sobre el sol” junto a Mijail Matiushin (compositor pero también
pintor). Para ella realiza vestuarios y escenografía. En 1917 participa en la
revolución.
Un mundo nuevo se está creando
Y
en ese mundo nuevo pinta para todos nosotros “La carga del ejército rojo”.
Hasta
el 11 de diciembre está en la Boca, en Proa, 1er piso, al fondo. Es cuestión de
ir, sentarse, y mirarlo mientras se escucha a Rafael Alberti y Paco Ibañez
miércoles, 19 de octubre de 2016
Hoy
La historia
es conocida: una guerra que ya lleva veinte años consume a dos pueblos. Nada
detiene el ímpetu bélico de los hombres. Ni siquiera ver como el deterioro
social y económico aumenta. Hasta que una mujer, hastiada, asume un
protagonismo inusual y declara la huelga sexual. Reúne a compatriotas y
enemigas e impone un plan: excitar a sus maridos pero negarse a acostarse con
ellos hasta que firmen la paz.
Lysistrata por Aubrey Beardsley |
El acuerdo
no es fácil de alcanzar. Vencer las resistencias de las más débiles tampoco. La
solución: tomar un edificio central y encerrarse en él. Los hombres, desesperados
por la abstinencia, atacan pero no consiguen doblegar a las mujeres.
Y por Picasso |
Los varones
terminan por rendirse, las mujeres pasarán a ocuparse de los asuntos
importantes.
Es la
historia de Lysístrata (aquella que disuelve ejércitos, en griego), la primera
que declaró una huelga de mujeres. Una historia contada y representada una y
mil veces. Yo la ví en tiempos de la dictadura (época difícil para representar
rebeliones) en un teatro de San Telmo en la versión de mi profesor de
literatura del secundario, el gran Patricio Esteve.
Pero fue
Aristófanes, un griego del 400 antes de Cristo, el que primero avisó del
potencial revolucionario de las mujeres cuando salen de sus casas.
Hoy muchos
pudieron comprobarlo.
(Un comentario final: la obra de Esteve se estrenó en 1980 en momentos en que el ministro de Interior de la dictadura, Harguindeguy, proponía iniciar un "diálogo" político con algunos sectores. Esteve incorpora el siguiente diálogo entre dos personajes que no existían en la versión de Aristófanes:
Adiké: ¿Los arresto, señor?
Magistrado: ¡No seas estúpido! El diálogo es siempre bienvenido
. . . y sobre todo, ¡porque hace perder tiempo)
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