
Yo creo que te gusta la historia, como me gustaba a mí cuando tenía tu edad, porque se refiere a los hombres vivos, y todo lo que se refiere a los hombres, a cuantos más hombres sea posible, a todos los hombres del mundo en cuanto se unen entre ellos en sociedad y trabajan y luchan y se mejoran a sí mismos, no puede no gustarte más que cualquier otra cosa. Antonio Gramsci
lunes, 6 de abril de 2015
Fuentealba

domingo, 5 de abril de 2015
¿Pasar las Pascuas en la calle?
Domingo de Pascuas, hace
veintiocho años la pasamos en la calle. Y no porque estuviéramos festejando ninguna
resurrección.
Lo que había “renacido” era la
posibilidad de un golpe militar. Después del Juicio a las Juntas habían
empezado a ser citados por los juzgados, lenta, temerosamente, pero citados al
fin los militares subalternos. La “gota” que rebalsó el vaso fue la negativa de
un militar, el mayor Ernesto Barreiro, a presentarse ante los tribunales que
debían juzgarlo. El teniente coronel Aldo Rico se atrincheró en Campo de Mayo y
distintas unidades militares comenzaron a plegarse a lo que se denominó el
levantamiento “carapintada”.
La dictadura militar estaba muy
cerca, hacía sólo tres años que se había retirado y la idea de un posible golpe
estaba presente en vastos sectores de la población. La respuesta popular fue
inmediata y masiva. Miles de personas se movilizaron a la puerta de los
cuarteles y a las plazas a exigir la rendición de los sublevados.
Después de tres días de tensión
durante los cuales unos militares se negaban a rendirse y otros, los “leales”,
no llegaban nunca para reprimirlos el presidente Raúl Alfonsín anunció la
rendición de los carapintadas frente a una multitud reunida en Plaza de Mayo.
Pero los que se habían rendido eran, según su discurso, “héroes de Malvinas que
se habían equivocado”. La casa estaba en orden (famosa frase de Alfonsín)
porque se había firmado un “Acta Democrática” entre todos los partidos
patronales y también el “ala izquierda” representada por el Partido Socialista
y el Comunista.
Dicha acta fue el origen de la
ley de obediencia debida, principal reclamo de los sublevados, que los exculpaba
de responsabilidad en los secuestros, torturas y asesinatos llevados a cabo
durante la dictadura.
La necesidad de
reconstruir un aparato represivo había resultado más fuerte que los discursos “democráticos”
Un video de laépoca, para reconstruir las imágenes
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