Este blog se ha
detenido numerosas veces en la importancia de la lectura. Pero ésta supone, por
razones obvias, una previa escritura. Un avance central en la historia de la
humanidad, la posibilidad de comunicarnos en forma remota en tiempo y espacio.
Por eso a veces me
preocupa cuando leo cosas como éstas:
Todo
esto merece nuevas convocatorias a que los movimientos populares de todo el
mundo se mancomunen en torno a diseñar un nuevo tipo de humanidad
autorreflexiva y de naciones justas, en lucha democrática contra los nuevos
productos de la globalización, con sus alas encarnadas en el vuelo avizor de
los nuevos estilos comunicacionales, que capturan excedentes pulsionales, así
como estos fondos buitre, bien definidos por Cristina Fernández como
“depredadores sociales globales”, se apoderan de bienes nacionales a través de
alianzas genéricas de carácter económico y judicial, en general tramadas en los
secretos gabinetes de la meta-especulación financiera.
Para
combatirlos es necesario organizar nuevos estilos políticos de convocatoria,
que no desdeñen un hilván épico...
Se trata de párrafos de “Carta Abierta” un “tanque de ideas” formado por
gente que opina que sabe escribir.
Hablan de "alas encarnadas en el vuelo avizor de los nuevos estilos
comunicacionales", "excedentes pulsionales", "hilván
épico", pero el tema es si vamos a pagar la deuda con los “fondos buitres”
en enero o antes.
Pavadas, palabrerío vacuo para justificar acciones que nos resultarán
gravosas.
Pero quien dijo que todo está perdido. Alguna vez, hace 4000 años, alguien escribió
cosas importantes:
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Una pequeña tablilla de barro con la info que sirve |
“¡Casco,
casco de caña! Atrahasis, presta atención a mi consejo. Así podrás vivir para
siempre. Destruye tu casa y construye una nave. Rechaza las propiedades y salva
la vida. Pon en marcha un arca que harás de planta circular, con un ancho y
largo iguales”.
Tendrás que “levantarla sobre el suelo,
usar cañas, fibras de palma y cuerdas, colocar 3.600 puntales, distribuir
celdillas en el interior, instalar una cubierta, dar capas de betún o brea por
dentro y por fuera, colocar un tejado donde poder orar, ..”
Un lenguaje claro, imperativo, con
instrucciones para obrar.
Así se escribe cuando estamos en problemas.