martes, 30 de junio de 2015

Copa América, “taco” e historia

Salvo algún chileno avezado mis lectores relacionarán el taco con una jugada típica de un futbolista pícaro. Pero no: “taco” en “chileno” significa embotellamiento. No me pregunten por qué: los caminos del idioma son así.
Y yo aprendí ese significado viviendo un “taco” en la ciudad de Concepción, donde hoy va a jugar la selección.
En enero del 2014 llegamos a Conce (así le dicen) desde Temuco.
Conce es una de las ciudades más importantes de Chile. Capital de la región del Bío Bío llegó a ser capital del reino en el periodo colonial y su puerto, Talcahuano, es una de las principales puertas de salida de exportaciones del país. Durante todo el siglo XIX además fue el centro carbonífero  chileno gracias a los yacimientos  de la cercana ciudad de Lota.
Bajamos en la estación de buses y tomamos un taxi hasta el alojamiento  que habíamos reservado. El auto avanzaba lentamente en lo que parecía un río de llanura. El taxista nos explicó que la obra del estadio futbol de Conce era la causante del “taco”.
Dije que estábamos a inicios del 2014, la preparación  para la Copa América había arrancado a fines del año anterior y terminaron el estadio poco antes del comienzo de la copa. El trabajo estaba previsto para realizarse en menos tiempo pero…aparecieron restos humanos y todo se paralizó.
¿Restos humanos? ¿En un estadio?
A diferencia de la dictadura militar argentina que torturó y “desapareció” personas en bases militares y policiales fundamentalmente, el pinochetismo utilizó para ello también varios estadios de fútbol de todo el país, como el estadio Nacional de Santiago de Chile, el Estadio Chile (hoy renombrado como Víctor Jara) y… el Estadio Municipal de Concepción.

Pasaron más de cuarenta años del sangriento golpe militar de Pinochet, Conce es una ciudad hermosa, el fútbol puede ser una fiesta pero las historias no resueltas vuelven a brotar para asegurarse de que no las olvidemos.  

lunes, 15 de junio de 2015

Copa América y kultrunes

Arrancó la copa América. No esperen que me detenga en los avatares futbolísticos. Dejo esa tarea a los que prefieren hablar de algo a practicarlo.
Lo mío es lo icónico. Apenas ví el logo me extrañó. No resultaba demasiado lógico de acuerdo a la situación política chilena de los últimos treinta años. Busqué una explicación: la que encontré 
 resulta lamentable.  
Según dicen el logo rescata la cultura chilena (así nomás) y cada una de las ocho puntas de la estrella central representa a una de las ciudades sedes.
No es así, el origen es antiguo: los publicistas chilenos han "afanado" en su totalidad la cosmogonía mapuche. Lo suelen llamar “homenaje” pero para que lo sea lo mínimo es explicar a quién se homenajea (y no lo hacen).




El logo no es otra cosa que la parte superior de un kultrún. El instrumento por excelencia con el que la machi mapuche establece una comunicación con el otro mundo. Una especie de tambor de madera con un cuero decorado como parche.

La semiesfera del kultrún representa en la cosmogonía mapuche el mundo terrestre dividido generalmente por una cruz que separa las cuatro regiones.  
En este diseño se advierte
mayor similitud con el logo



En el centro del logo la cruz ha sido reemplazada por la ya mencionada estrella de ocho puntas. Que si bien puede coincidir en número con las ciudades sedes no es otra que la wunelfe, el símbolo que para los mapuches representa al planeta Venus (el astro más visible después del sol y la luna). A veces la wunelfe aparece también como un asterisco.





¿Pero porqué no me resultaba lógico este "homenaje". 
Expliquémonos un poco:  los mapuches deben ser el grupo étnico originario más organizado en Chile.  Han conseguido en el sur del país el gobierno de numerosos pueblos, tienen legisladores y desarrollan una lucha permanente por el reconocimiento de sus derechos. 
En los 80 el pinochetismo entregó más de la mitad de sus tierras a las empresas forestales. A la pérdida de las tierras se sumó el agotamiento hídrico ya que las plantaciones de pinos y eucaliptos de las forestales consumen muchísima más agua que la agricultura de las comunidades mapuches. 
La lucha que el pueblo mapuche desarrolla desde entonces a menudo ha alcanzado incluso niveles de violencia importantes (para ver un video que muestra la lucha mapuche contra la violencia del estado chileno y por la recuperación de su territocio, click aquí). Por eso no sonaba lógico que el estado chileno se diera a homenajear a los mapuches. 

No son sólo las tierras y el agua, ahora les roban los símbolos pero como se escucha en el video ellos siguen “avanzando hacia la reconstrucción de la nación mapuche y recuperar el total de las tierras”


domingo, 14 de junio de 2015

Llamémoslo no más Bianco

Así arranca La ocasión de Juan José Saer.
"Llamémoslo no más Bianco. Que en ciertos períodos de su vida el se haya hecho llamar Burton, le explicaría un día a Garay López, no se debía más que al color de sus cabellos, considerando que llamarse Bianco puede minar la credibilidad de un pelirrojo"

Hay algo en ese inicio de Moby Dick, y hay algo de mar en la llanura. "Marea la pampa como un mar", dijo Baldomero Fernández Moreno.
Como sea, acabo de terminar de leer La Ocasión de Saer.
Y me resulta imprescindible recomendarla. 
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