sábado, 31 de mayo de 2014

Charles Marville

1848, una imponente insurrección en París derroca al rey Luis Felipe de Orleáns e instaura la Segunda República. Una ola de revoluciones sacude Europa. Pero la Segunda República tendrá corta vida. Tres años después Luis Bonaparte, sobrino de Napoléon, da un golpe de estado y terminará restaurando  el imperio.


¿Qué quedó de la Segunda República? Una de las cosas fue el temor de la alta burguesía a las barricadas y piquetes con que estudiantes y trabajadores parisinos habían bloqueado las calles de París en 1848. Por eso una de las primeras medidas del Imperio será encomendar al Barón de Haussmann un plan de rediseño de París que la vuelva más moderna y permita, cosa fundamental, que los ejércitos puedan moverse con comodidad en grandes avenidas y reprimir más fácilmente. Lo sufrieron los obreros de la Comuna en 1871.

A riesgo de no ser original diré: Haussmann lo hizo. Y París cambió para siempre. Desapareció la ciudad medieval y dio paso a la moderna.  La clase obrera marchó expulsada a los suburbios y el centro de París, valorizado, fue para las residencias  burguesas.
Pero este posteo no trata ni de Luis Felipe, ni de Luis Bonaparte, ni siquiera del Barón de Haussmann.






Este es un posteo dedicado a Charles Marville, fotógrafo oficial de la ciudad que retrató ese mundo que se desvanecía tras la piqueta de Haussmann.
Logró conciliar el rescate histórico con la belleza. 
No es poco.

jueves, 29 de mayo de 2014

Además de todo, los funcionarios atrasan

Un tren deteriorado se incrusta en una estación, mueren 52 personas. El funcionario responsable señala que eso sucede porque los pasajeros se amontonan en los primeros vagones para bajar más rápido y justo esos son los vagones que chocan de frente.
Unos pibes graffitean otros vagones. El funcionario declara que “tiene ganas de matarlos”. Periodistas indignados hablan de vandalismo.
[Digresión: esta gente no sabe nada de vandalismo, tendrían que preguntarle a algún romano sobreviviente del saqueo del rey vándalo Genserico del 455 si aquello se pareció a un graffiti]
Pero nuestros funcionarios atrasan. 
En Nueva York se habían pasado años limpiando vagones hasta que decidieron alquilarlos. Por 400 o 600
mil dólares uno se puede conseguir un tren y decorarlo a gusto. Algo así le cobraron a la Sony pictures para que hiciera decorar un tren de la línea 7 con la cafetería de Seinfeld. Están todos, Kramer, Elaine, George. Al gerente de márketing de Sony se le ocurrió que era una buena manera de promocionar las repeticiones de la serie.
Ya lo hemos dicho en algún posteo y en muchas clases: el capitalismo convierte todo en mercancía.
A Norman Mailer lo habían criticado en su momento por decir que el graffiti era arte, ahora la discusión se saldó a su favor, el graffiti entró a los museos y las galerías de arte.
Pero en Argentina, además de todo, los funcionarios atrasan



domingo, 25 de mayo de 2014

Te Deum

La noticia de este 25 es que el poder ejecutivo vuelve al tedeum de la catedral después de años de haber circulado por otros puntos del país. Y la noticia debería ser: ¿un tedeum?
Te deum laudamos, te alabamos Señor, un himno cristiano de la época del imperio romano para conmemorar la revolución de mayo.
Uno se pregunta: ¿por qué tenemos que alabar al señor (A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos. A ti, eterno Padre, te venera toda la creación) por los actos humanos? ¿O acaso la revolución de mayo fue un acto divino?
Los partidarios del virrey también alababan al señor, y los ejércitos (Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los ejércitos) eran tanto los patriotas cuanto los realistas. ¿A cuál bando protegía el Dios de los ejércitos?
Y el tedeum sigue: Tú eres el Rey de la gloria, Cristo. Y la revolución depone a un virrey y nombra una plebeya junta de abogados, comerciantes, militares y curas.
Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el Reino de los Cielos. Pero las cadenas que se rompen dejan paso, no al reino de los cielos, sino a la noble igualdad.
Doscientos años después de la revolución el estado argentino sigue agradeciendo la intervención divina en sus asuntos. 
No se tienen fe. 
No deja de ser un signo de impotencia.


sábado, 24 de mayo de 2014

Desilusión

Sigmund Freud escribió: "En el curso de las épocas la ciencia ha infligido dos grandes afrentas al ingenuo amor propio de la humanidad. La primera fue cuando se comprendió que nuestra tierra no era el centro del universo sino sólo un punto en un sistema universal de una magnitud difícilmente imaginable... La segunda fue cuando la ciencia biológica le sustrajo al hombre el privilegio privativo de haber sido objeto de una creación especial y le relegó a la categoría de descendiente del mundo animal".
Freud se refería así primero a la revolución copernicana (que instaló al sol en el centro de nuestro sistema y alejó a la tierra y al hombre del mismo) y luego al impacto de la teoría de Darwin. De más está decir que ambos fueron denostados por el poder religioso de la época.
Omite Freud , tal vez por modestia, una tercera afrenta: la suya propia, que hizo del hombre un sujeto cuya conciencia no aparece clara y explícitamente ante él sino que se oculta en los pliegues de su mente.
Hoy acabo de leer la cuarta afrenta. Siglos matándonos entre nosotros, perfeccionando hasta límites insospechados nuestras armas, refinando los métodos para destruirnos, volcando todo el conocimiento científico a masacrarnos. Nos habíamos convencido de que éramos el ser más destructor del planeta. Pero…miramos las estadísticas y resulta que no. Que no somos los más malos. Un mosquito, un mísero mosquito nos pasa el trapo. Fíjense, si no:


Tal vez haya llegado el momento de ocuparnos de ellos, necesitaríamos un sistema en que fuera más redituable matar mosquitos que humanos.

jueves, 22 de mayo de 2014

¡FIEL Y GENEROSO PUEBLO DE BUENOS AIRES!

Así comenzaba la proclama de los miembros del Cabildo de Buenos Aires ese 22 de mayo de 1810. Y continuaba: Las últimas noticias de los desgraciados sucesos de nuestra metrópoli, comunicadas al Público de orden de este Superior Gobierno, han contristado sobre manera vuestro ánimo, y os han hecho dudar de vuestra situación actual y de vuestra suerte futura.”
¿Cuáles eran esos “desgraciados sucesos” de la metrópoli? Dos años antes Napoleón había invadido el reino de España. El rey había abdicado, su sucesor estaba encarcelado, el pueblo se rebelaba en las calles y era reprimido. Goya lo dejó plasmado en uno de sus más famosos cuadros.
Los fusilamientos del Monte Pío, de Francisco Goya
Pero en 1810 el último foco de resistencia, la Junta de Sevilla, había caído en manos del ejército francés.
Buenos Aires bullía de agitación ante la noticia. Reclamos de asambleas se extendían por la ciudad. Los cabildantes salieron al cruce para evitar males mayores. Tenían “el permiso” del virrey para reunirse.
Hicieron hacer y enviar 450 invitaciones para la sesión del cabildo abierto del 22 de mayo. Pero quien imprime 450 puede imprimir más, y repartirlas entre sus partidarios, y desalentar a los contrarios.

El caso es que ese 22 aparecieron unos 250 vecinos, nada más, por el Cabildo. Algunos se excusaron: el día estaba horrible y andar por las calles embarradas se complicaba, aunque la mayoría no vivía a más de diez cuadras.
La discusión fue dura, se planteaba la renuncia del virrey y su reemplazo por una junta de gobierno. Los cabildantes, partidarios del virrey, advertían: “…meditad bien sobre vuestra situación actual, no sea que el remedio, para precaver los males que teméis, aceleren vuestra destrucción. Huid siempre de tocar en cualquiera extremo, que nunca deja de ser peligroso; despreciad medidas estrepitosas o violentas, y siguiendo un camino medio, abrazad aquel, que sea más sencillo y más adecuado, para conciliar con nuestra actual seguridad, y la de nuestra suerte futura, el espíritu de la Ley y el respeto a los Magistrados”.
La posición de los revolucionarios era otra, Moreno lo escribiría poco después en el Plan Revolucionario de Operaciones: La moderación fuera de tiempo no es cordura, ni es una verdad; al contrario, es una debilidad cuando se adopta un sistema que sus circunstancias no lo requieren; jamás en ningún tiempo de revolución, se vio adoptada por los gobernantes la moderación ni la tolerancia; el menor pensamiento de un hombre que sea contrario a un nuevo sistema, es un delito por la influencia y por el estrago que puede causar con su ejemplo, y su castigo es irremediable.
Los cimientos de una nueva república nunca se han cimentado sino con el rigor y el castigo, mezclado con la sangre derramada de todos aquellos miembros que pudieran impedir sus progresos”

Ya sabemos que pasó: empezaba la revolución. 

jueves, 1 de mayo de 2014

Me saludan…

Desde el gobierno de la ciudad me saludan por el día del trabajador


Leí el aviso y pensé:
1.- Que hoy además cobré mi sueldo con el descuento correspondiente a los días de paro. Los mismos que me felicitan por el día del trabajador me niegan el derecho a luchar en defensa de mi trabajo y mi salario
2.- Que el día del trabajador no es un día feliz, es un día de lucha. El feriado fue la manera que la burguesía encontró de impedir la huelga general conque los trabajadores conmemorábamos las luchas pasadas y preparábamos las futuras.
3.- Que el conocimiento es un arma. La abuela del escritor Isaac Babel (¿Qué quién es Babel? Ya lo conté, busquen el posteo correspondiente aquí) le recomendaba: “debes saberlo todo”
Es un buen consejo para un estudiante y para un trabajador. Organización y programa, es lo que necesitamos los trabajadores, los que producimos la riqueza del país para dejar de ser explotados. Y un programa es la experiencia y el conocimiento acumulado de las generaciones de luchadores que nos han precedido.
Por eso quiero explicarles que el macrismo no eligió bien la ilustración que acompaña el saludo. Es uno de los “murales industriales” que Diego Rivera, el famoso muralista mexicano, pintó en Detroit a principios de la década del 30.
En ellos Diego Rivera, militante comunista, esposo de (entre otras) Frida Kahlo, gestionador del asilo de Trotsky en México, reflejó el proceso de fabricación de un automóvil, el principal producto de la ciudad de Detroit.
Un proceso en el cual se advierte toda la fuerza del trabajo, el esfuerzo colectivo de una clase creando riqueza y dominando los medios de producción. 
La burguesía, en cambio, sólo aparece controlando, al margen del esfuerzo y sin protagonismo.
Lo dicho, se equivocaron al elegirlo, no era lo que querían mostrar.
Nosotros no podemos equivocarnos. 
Debemos saberlo todo, como quería la abuela de Babel.



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