miércoles, 21 de agosto de 2013

Tecnología I

Vivimos apropiándonos de la tecnología. A veces nos cuesta más, a veces menos. Pero hacerlo significa incorporar lo nuevo a nuestro anterior mundo. Y entonces se producen extrañas combinaciones.
Artefactos de vidrio de Tierra del Fuego
Cuando trato de explicarlo en una clase  siempre uso el ejemplo de los cazadores-recolectores de Tierra del Fuego. Durante miles de años los selknam y yámanas se contentaron con la materia prima que había en la isla para hacer sus herramientas o se procuraron mediante intercambios con gentes lejanas la obsidiana, el “vidrio volcánico” que les aseguraba una factura mucho mejor. Pero un día apareció el europeo y el vidrio de botella: un material mucho más fácil de trabajar. Imagino a esos talladores anónimos fascinados con esa nueva materia prima que rápidamente incorporaron a su vieja tecnología.

El segundo ejemplo que viene a mi mente es el de Abelardo Castillo, un escritor que me gusta y no me canso de recomendar. En una entrevista contó cómo se había amigado con la computadora con la que escribía. El pasaje de la máquina a la pc le había resultado traumático. En la primera lo escrito tenía existencia material, estaba allí, en el papel. En la segunda, bastaba un error, una tecla incorrectamente elegida para que todo el trabajo desapareciera irremediablemente.
¿Y cómo se reconcilió? Su máquina andaba lenta, el técnico le dijo que el problema se debía al recalentamiento. A Castillo eso le agradó. Él podía solucionarlo: tomó  su taladro y agujereó a discreción el gabinete. Una vieja solución para nuevos problemas. La máquina tenía, al menos,  un costado cognoscible.


El jueves pasado encontré otro ejemplo, y me apuré a fotografiarlo. Mi alumno Juan, repositor de supermercado, se inclinaba sobre sus rodillas y actuaba cómo si tuviera una Tablet. Pero yo sólo veía un cartón corrugado. Me acerqué. Véanlo por ustedes mismos: una Tablet de última tecnología con una funda hecha de cartón.

sábado, 17 de agosto de 2013

Estilo tuiter 2

En torno a Clarín


1.-Con la tarjeta 365 de Clarín tenés descuento en Magneto regalos. Obvio














2.- Mugabe dijo a los de Zimbawe:  “si no se bancan una derrota electoral pueden ahorcarse”. Va en página 10 de Clarín, tapa era mucho 

domingo, 4 de agosto de 2013

Crápulas

La palabra crápula es una palabra dura.  Su significado habla de una persona que se ha sumergido en el vicio, la vida disipada, la embriaguez, etc.  En la Argentina designa también, por extensión, a  un tipo miserable, no cualquier borracho. Un tipo jodido sin atenuantes. Consciente de serlo. En suma, nadie se siente cómodo si le dicen que es un crápula, salvo que realmente lo sea y, como a todo crápula, no le importe.
¿Y a qué viene esto?
La prueba de la infamia
El otro día me regalaron una golosina chilena. Son unas bolitas crocantes bañadas en chocolate. Vean cómo se llaman: Krapulitos. Y para que nadie se confunda a quien se dirigen con el término, en el paquete pusieron el dibujo de un pibe.

Lindo concepto de la juventud que tienen los chilenos.    
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