domingo, 28 de julio de 2013

@pontifex



Habebamus papam et nunc twitter habemus (Teníamos Papa y ahora tenemos tuiter, un escritor latino clásico probablemente habría buscado elidir el segundo verbo pero es un lujo que el latín macarrónico de la iglesia no justifica)
El caso es que Francisco no sólo tiene tuiter sino que anda perdonando pecados por ese medio. Benedicto se había armado un féisbuk y ya alerté a mis alumnos sobre el mismo (veáse posteo 23 de junio 2009).
Sé que va a aparecer alguno diciendo que la Iglesia se aggiorna. Que toma el pulso de los tiempos. Que aprende. Puede ser que sea válido el concepto con respecto a las nuevas tecnologías. Pero no en referencia al perdón.
Es peligroso esto de masificar perdones. Hace quinientos años para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro (entre otras cosas) la iglesia se puso a vender perdones (indulgencias) a troche y moche. Resultado: a un monje alemán se le saltó la térmica y protestó, los señores feudales alemanes vieron la ocasión de hacerse con tierras del papado, se sumaron los campesinos que venían jodidos por ambos lados y el resto es (o debería ser para los alumnos de segundo año en adelante) historia conocida:  Martín Lutero, las 95 tesis de Wittenberg (por ejemplo la 48: Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo), la reforma protestante, etc.
Pero Francisco necesita perdonar y allá va.

¿Y los que ni creemos ni tenemos tuiter? En general somos gente de no preocuparnos por los reinos celestiales. A riesgo de reiterarme, diría que somos del “reino de este mundo” (véase Carpentier).
Pero, un perdón extra no viene mal. 
Este verano, en Punta Arenas, vi este cartel y no pude resistirme: una indulgencia por día, ¡a perpetuidad! ¡Y con sólo visitar el templo!

Si van por allí, no se pierdan la oportunidad. ¡Una pichincha!

sábado, 27 de julio de 2013

CIHABAPAI

Club de impíos, herejes, apóstatas, blasfemos, ateos, paganos, agnósticos, infieles, en formación, o sea CIHABAPAI. Un lugar para sentirse a gusto. Formé parte de él allá por 1997.
La idea fue de León Ferrari. Un artista acostumbrado a caer mal a las jerarquías. En plena guerra de Vietnam hacía cosas como éstas

Lo del Club comenzó dos papas atrás, en la época de Juan Pablo II. Éste había recomendado (casi amenazado en realidad) que reflexionáramos sobre el Juicio Final.
León le respondió con una carta que reproduzco:

Juan Pablo II
Buenos Aires, 24 de diciembre de 1997
El Vaticano


De nuestra consideración:

Se acerca el fin del milenio. Se acerca, posiblemente, el Apocalipsis y el Juicio Final. Si es cierto que son pocos los que se salvan, como advierte el Evangelio, se acerca para la mayor parte de la humanidad el comienzo de un infierno inacabable. Para evitarlo basta volver a la justicia que Dios Padre dictó en el Génesis. Si Él castigó la desobediencia de Eva suprimiendo nuestra inmortalidad, no es justo que el Hijo nos la haya restituido, tantos siglos después, prolongando padeceres. Si una parte de la Trinidad dicta una sentencia cuya pena termina y se completa con la muerte, no puede otra parte abrir cada causa, agregar otra sentencia, resucitar el cadáver y aplicar un castigo adicional que repite infinitas veces el castigo ya cumplido por el pecador una vez muerto. La justicia del Hijo contradice y viola la del Padre. La existencia del Paraíso no justifica la del Infierno: la bondad de los pocos salvados no les permitirá ser felices sabiendo eternamente que novias o hermanas o madres o amigos y también desconocidos y enemigos (prójimo que Jesús nos ordena amar y perdonar) sufren en tierras de Satanás. Le solicitamos entonces volver al Pentateuco y tramitar la anulación del Juicio Final y de la inmortalidad.

Lo saludamos atentamente

León Ferrari murió el jueves pasado, 25. No había (habíamos) recibido respuesta de la carta, ni de Juan Pablo II ni de Benedicto ni de Francisco. Sospecho que tampoco la esperaba. 

lunes, 22 de julio de 2013

Rembrandt

La semana pasada cumplió años Rembrandt. Había nacido el 15 de julio de 1606, y ese día (307 años después) apareció el consabido doodle.  No era fácil en este caso hacerlo, la ilustración moderna y digital no suele jugar con el arma de Rembrandt: el claroscuro. Y se nota.

Rembrandt es “el” pintor holandés. Y como corresponde vivió la época de apogeo de Holanda, la de la burbuja de los tulipanes (para que los alumnos de 4to vean que el capitalismo inventó lo de las burbujas especulativas bastante antes del siglo XX), la de la Compañía de las Indias Orientales, la temida y poderosa VOC. La del dominio de los mares antes que lo fuera Inglaterra. Que por los Estados Holandeses se llama así “nuestra” Isla de los Estados, y caleta Mauricio –allá en el sur, entre Buen Suceso y Valentín- recuerda a Mauricio de Nassau y no a Macri. Y podemos seguir, las Malvinas fueron antes las Sebaldinas (por Sebald de Weert) y Nueva York empezó como Nueva Amsterdam. Rastros del poderío de la nación holandesa. 
Y mientras tanto Rembrandt pintaba cosas como éstas.
El gremio de síndicos


Un cuadro que tiene algo de fotografía, eso de captar el “momento decisivo” que sintetizó Cartier Bresson (aspirantes a fotógrafos, si no lo conocen, gugleenlo ya). Si bien no es una de sus obras más populares es la que viene a mi memoria primero. Tal vez por eso de captar la instantaneidad, tan moderna.  
Tal vez por eso a los síndicos no les gustó.
La burguesía ama la estabilidad y no comprende que la vida es cambio. Por eso además de este cuadro no le gustan otras tantas cosas que a mí me fascinan. 

domingo, 21 de julio de 2013

Otro posteo autorreferencial

Ha tocado una etapa autorreferencial. En el posteo anterior expliqué porqué soy profesor. Ahora tengo que confesar porqué no puedo ser periodista: soy lento. Escribo morosamente, entre que pienso la “primicia” y la escribo pasa el tiempo.
Volvió a suceder, ayer leo esta nota en Perfil. No es nuevo, ellos tampoco dan una primicia.  Resulta que Jaime (sí, el de los ferrocarriles) fue el encargado de aplicar la Ley Federal de Educación menemista en Santa Cruz cuando estaba al frente de la cartera de Educación de la provincia. Sí, obvio, el gobernador era Kirchner. El periodista de Perfil se confunde, dice Ley “Nacional” de Educación, pero ese es el nombre de la actual, la que los kirchneristas dicen que viene a transformar y solucionar los males de la “Federal”.  En las dos estuvo la mano intelectual de Daniel Filmus,  en las dos se repitieron varios “aplicadores”. ¡Cómo para no confundirse!
Lean la nota de Perfil, habla también de la relación del gobierno santacruceño con los docentes. Viene bien.
El reflejo conspira con la visibilidad pero ahí están Néstor como gobernador,
De Vido como ministro de economía y Jaime al frente de educación
A todo esto ¿porqué digo que atraso? Escribí mentalmente este posteo cuando saqué en enero de este año la foto que les adjunto.


De enero a julio, mucho tiempo para una “noticia”, lo mío no es el periodismo. 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...